Sam Altman regresó como director ejecutivo de OpenAI cinco días después de su destitución, culminando frenéticas discusiones sobre el futuro de la startup en el centro de un auge de la inteligencia artificial.
El fabricante de ChatGPT también dio a conocer una nueva junta inicial con el ex codirector ejecutivo de Salesforce, Bret Taylor, como presidente y Larry Summers, exsecretario del Tesoro de EE. UU., y Adam D’Angelo como directores, que era parte de la junta original que había despedido a Altman.
El regreso de Altman podría potencialmente marcar el comienzo de una nueva era para la startup que durante mucho tiempo había hecho malabares con las preocupaciones entre el personal sobre los peligros de la IA y su potencial de comercialización.
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“Estoy deseando volver a OpenAI”, dijo el martes Altman en una publicación en X. La junta original había dado pocas explicaciones para el despido de Altman el viernes, aparte de su falta de franqueza y su necesidad de defender la misión de OpenAI de desarrollar una IA que beneficie a la humanidad.
Los analistas dijeron que la reorganización favorecerá a Altman y Microsoft, que ha prometido miles de millones de dólares a la startup y está implementando su tecnología para sus clientes en todo el mundo.
A diferencia de la mayoría de las nuevas empresas de Silicon Valley, OpenAI está supervisada por una junta matriz sin fines de lucro diseñada para garantizar que se dé prioridad a la seguridad de la IA junto con el crecimiento.