En época de transición energética ganan relevancia organizaciones como el GEB. Y así lo asume esta compañía que considera ese proceso y la sostenibilidad como esenciales de su negocio.
“Tenemos claro que, si tenemos expectativas de crecimiento, de expansión y de generar bienestar a la sociedad, pues la única opción es tener una empresa sostenible en lo ambiental, social y en gobierno corporativo”, explicó el director de Sostenibilidad, Eduardo Uribe Botero.
Particularmente en lo ambiental, con metas como la de “no pérdida neta de biodiversidad” en las zonas donde ejecuta proyectos reconoce, según el directivo, que no hay necesariamente efecto neutro de los proyectos y se debe compensar e ir más allá para lograr efecto positivo en las zonas intervenidas.
Aunque lograrlo implica costos adicionales, Uribe comentó que en el largo plazo los beneficios serán superiores en la medida que se logra evitar descontentos en las comunidades y se ayuda al relacionamiento con los gobiernos. Al final del día, subrayó, es una buena inversión.
Esa concepción está alineada con uno de los pilares de la estrategia del Grupo, que es la gestión del cambio climático, con acciones en cinco frentes y compromisos según las metas en cada país donde está. Por ello, en el de mitigación, las de reducción de gases efecto invernadero hacia el año 2030 son así: en Guatemala 11,2%, Perú 30%, Brasil 43% y Colombia 51%. Y apunta a ser carbono neutral en 2050. Y en el de adaptación, el objetivo es asegurar que la infraestructura sea resiliente a los eventos climáticos extremos para lo cual este año prevé tener el diseño del plan que conduzca a ello en los años por venir.
Como el GEB tiene una decena de empresas en los países mencionados, uno de los retos mayores para consolidar una organización sostenible, explicó el funcionario, es el grado de madurez de cada empresa, ya que depende de la institucionalidad, las exigencias de cada gobierno, la capacidad para adoptar cambios tecnológicos, las fortalezas e historia de cada una.
En esta corporación de 2.600 colaboradores, los otros pilares de la sostenibilidad son la estructura de gobierno que genera confianza en los grupos de interés y la contribución al bienestar de las comunidades en los territorios donde desarrolla operaciones.
Unión de voluntades: inversiones propias más obras por impuestos
En 2022 las inversiones del GEB en el componente social superaron $40.000 millones, de los cuales $13.300 millones como gestión voluntaria y lo demás correspondiente a obras por impuestos.
Durante el año pasado el grupo y sus filiales redujeron en 14,8% las emisiones netas de gases efecto invernadero con respecto a 2019. Las compensaciones fueron equivalentes a 77.987 toneladas de CO2, a través de la compra de bonos de carbono.
Entre los proyectos en ejecución, está la línea de transmisión Colectora, que llevará al Sistema Interconectado Nacional la energía eólica que se producirá en La Guajira. Serán cerca de 475 kilómetros de líneas. También la línea refuerzo suroccidental, entre Antioquia y Valle. Ambos, estratégicos para el país por el aporte a la transición hacia el uso de energéticos más limpios.
Lea aquí todo el Especial de Sostenibilidad.
Por DUGLAS BALVÍN VÁSQUEZ