No solo fue campeón con los puños en el ring, también con las palabras dentro y fuera de él. Renegado, bailarín e imán.
Muhammad Ali -cuyo verdadero nombre era Cassius Marcellus Clay, del que desistió al convertirse al islamismo- marcó, sin dudas, el antes y el después del deporte de los puños. “Cassius Clay es el nombre de un esclavo. No lo escogí, no lo quería. Yo soy Muhammad Ali, un hombre libre”, dijo....
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