#SeBuscaAFrancisco
Nombre: Francisco Núñez Zarur
Edad: 34
Pasión: la química computacional
Frase: “Contar esto puede sonar un poco ególatra, pero lo que yo quiero es decirles a los jóvenes del país que llegar lejos y hacer lo que a uno realmente le gusta no tiene que ver con nivel económico, solo se necesita voluntad”.
Francisco Nuñez estuvo en Suiza haciendo un posdoctorado en química, en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, universidad pionera en investigaciones en el mundo, de donde han salido veinte premios Nobel, incluyendo a Albert Eisntein. Y al preguntarle por su vida, comienza diciendo que él, el cuarto hijo de la familia, fue el primero de sus cinco hermanos que logró entrar a la universidad y que siendo arriesgado fue como se convirtió en científico.
Al doctor lo encontramos en la Universidad de Medellín, donde, desde enero de este año, es un satisfecho profesor de química, pues lo que más le da alegría es formar, -no enseñar, él habla de formar-. También está preparándose para seguir investigando desde Colombia, en el campo de la química computacional.
Paremos: ¿cómo fue que se devolvió para Colombia después de estar donde estaba? Ah, y ¿qué rayos es química computacional? Así empezó su historia:
Francisco nació en Lorica, Córdoba, pero se crió al lado del Mar Caribe, en Cartagena. Eso lo hizo pensar primero en ser un biólogo marino, al final le pudo más la curiosidad por saber cómo funcionaban las cosas, así que del colegio saltó a la Universidad de Cartagena para estudiar química.
A la mitad de la carrera definió que lo suyo era la investigación: saber qué hay en la materia para que se comporte como lo hace, sea que se expanda, se mueva o se quede quieta, es hasta hoy su obsesión. Fue ahí que se encontró con la química computacional, que para muchos puede ser algo muy raro, pero existe desde los años setenta. Consiste básicamente en hacer experimentos desde un computador, mediante un software que utiliza los resultados químicos anteriormente conocidos y calcula los resultados posibles de un experimento convencional, lo que le permite a la industria ahorrar miles de millones y genera menos desechos.
¿Dónde hay cabida en Colombia para un joven que se obsesionó con esto? Al terminar la universidad, en 2007, buscó la oportunidad de ser parte del programa Joven Investigador de Colciencias, pero estando allí ya tenía en su mente la idea de hacer un doctorado en química, así que fue buscando becas por su cuenta, escribiéndoles a los profesores de las instituciones en las que le gustaría estudiar. Contaba con la ventaja de que ya había publicado algunos artículos gracias a su tesis de pregrado.
Finalmente, encontró la beca soñada en la Universidad Autónoma de Barcelona, la que tiene todos los juguetes: ciento por ciento de la matrícula y del sostenimiento durante cuatro años. “Usualmente, lo más jodido es conseguir el mantenimiento”, dice Francisco -si usted se ha puesto a buscar una beca, diga si no es así-.
Llegar a Barcelona fue lo mejor que le pudo pasar, asegura, de allí salió en 2012 con más artículos publicados, buenos contactos, una Mención Cum Laude por tesis doctoral y un Premio Extraordinaro Doctoral, que se entrega a las mejores tesis. No contento con eso, buscó la manera de obtener una beca posdoctoral y así fue que estuvo por dos años en la alma máter de Einstein.
Es tiempo de volver
Francisco regresó a Colombia en el año 2015 para realizar una nueva estancia posdoctoral, ahora en la Universidad de Antioquia. Volvió por tres razones:
Una es que su familia y su pareja, las personas que más quiere, vivían aquí.
Otra, “Es Tiempo de Volver”, el programa del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación -Colciencias, cuyo objetivo era traer al país “cerebros fugados” para que aportaran al desarrollo del país. Este científico colombiano dice que “la filosofía y el planteamiento de esta beca eran muy buenos, era una opción muy atractiva porque te permitía tener un proyecto de investigación propio”, pero lamenta que la implementación haya presentado tantos problemas.
La tercera razón fue la ilusión de hacer ciencia en Colombia y formar gente, para mostrarles que es posible tener un futuro mejor. Por eso, cuando dijimos #SeBuscaAFrancisco, él levantó la mano para contarnos su historia.
Conozca aquí a Francisco Castro, el “de todero”
Lo que dicen los demás de él:
Jorge Alí Torres, compañero de estudio: Francisco es una persona muy inteligente y trabajadora, además muy persistente. Ha salido adelante con mucho sacrificio, siempre firme con sus metas y por eso ha logrado lo que ha logrado. Creo que conseguirá muchos más.
.................................................................................................................................................
#SeBuscaAFrancisco
Esta historia la encontramos a través de redes sociales y seguimos buscando más. Los lunes y los jueves publicaremos una historia de un Francisco que nos hayan recomendado conocer. ¡Postule a su Francisco en los comentarios o escríbanos a interaccionEC@elcolombiano.com.co!