Un amigo, o amiga, le habla por Facebook para contarle que perdió el celular y los contactos que allí guardaba y necesita rearmar la agenda telefónica.
Le pide que envíe su número telefónico y correo electrónico. Es un amigo, usted lo conoce, ¿qué sospecha existe?
(Lea aquí James no es el único: así de fácil es caer en un robo en redes sociales)
A partir de allí usted ya es víctima de una red de engaños que concluirá con el robo de su información digital. Conozca cómo lo hacen y algunas técnicas para evitarlo.
Usted le envía su número celular y su correo y su aparente amigo le hace una nueva petición. Resulta que solo usaba el correo vía celular, y cómo este se perdió, ya no tiene acceso a él.
“¿Será que me pueden enviar el código de desbloqueo a tu celular y tu me lo envías por acá?” Usted lo hace, ¿quién no ha perdido un celular? Al enviar ese código, usted ya le dio acceso a su “amigo” a todo su correo electrónico y por consiguiente a a las redes sociales enlazadas a él. Pero resulta que él no es su amigo.
Esta técnica se conoce como ingeniería social, pues en realidad la persona que se hace pasar por su amigo, que fue una víctima antes que usted del mismo engaño, no lo está hackeando. Lo enreda.
Por medio de una conversación social, le saca toda la información que necesita para robar sus cuentas. ¿Se acuerda del correo y el número que envío en el primer mensaje?
El ingeniero social intentó acceder a su correo con su cuenta. ¿Cómo? Usted nunca le envió la contraseña, es cierto. Él uso la alternativa que dan la mayoría de sistemas de “recuperar contraseña mediante un código”.
¿A dónde lo enviaron? A su celular. ¿Cuál código? El que usted luego le mandó. Así tienen acceso a su correo, y si usted tiene adscrito a él otras redes sociales, como suele ser, se puede dar como “hackeado”.
La ingeniera social, explica Andrés Guzmán, experto en seguridad informática, es una técnica en la que un delincuente utiliza la información que usted tiene pública en sus redes sociales para perfilarlo y conocer sus gustos, tendencias, ubicaciones y hasta estrato social.
“Perfilar a alguien es muy fácil. Yo puedo comprar una simcard en una esquina, colocar la foto que bajé de tu Whatsapp, y hablarle a tus amigos diciéndoles hola, ´soy Juan, cambié de número. ¿Cuál es el centro del asunto? Los delincuentes crean sistemas para hacer que la gente caiga en errores, y las personas tienen que crear sistemas para verificar lo qué no es un error”, señala Guzmán.
Internet no es un lugar seguro
Para evitar caer en estos engaños, el experto señala que lo primero es ser consciente de que internet debería ser un sitio para alargar las relaciones, no para crearlas. “No deberías conocer gente por allí pues ¿quién sabe realmente quién o qué hay detrás?”.
Lo segundo, continúa Guzmán, es que, luego de ser contactado por el aparente amigo que perdió su celular, hay que comprobar. “Juan, qué lástima que perdiste el celular, ya te llamo. Si no es Juan, él no te contesta. Es buscar otros medios para comprobar información, o utiliza información que tú y tu amigo conozcan”.
La mayoría de situaciones riesgosas donde se puede perder información digital, provienen de links que le manda un aparente amigo o una persona que usted dice conocer, por eso siempre hay que comprobar.
Lo tercero, y más importante, es ser desconfiado. “Tenemos que ser muy desconfiados con todo lo que veamos y hacemos en internet. Hay que tener claro que la internet no es un sitio seguro” finaliza Guzmán.