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El gobierno de Claudia Sheinbaum en México acaba de cumplir sus primeros 100 días, y aunque su popularidad se mantiene en niveles muy altos, hay señales de que la luna de miel va a terminar y que vienen tiempos difíciles por los muchos retos especialmente con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
La popularidad de Sheinbaum, que arranca con un 74%, según el último sondeo, ya sobrepasa a la que tuvo López Obrador, pero en cierta medida es heredada. Eso no le resta que en lo que va corrido de estos dos meses Sheinbaum haya sabido manejar sus propios espacios políticos y haya logrado hacer cambios estructurales en la parte institucional.
Su estilo se asemeja al de su antecesor: ha recorrido el país explicando cuáles son las nuevas inversiones en infraestructura que hará de la mano de organizaciones vecinales y asambleas de barrio que constituyen la base de la Cuarta Transformación que tantas veces mencionó López Obrador.
Se ha comprometido a la construcción de nuevos ferrocarriles entre Ciudad de México y ciudades cruciales para la economía. En el frente de la educación anunció más becas a jóvenes, y en salud subsidios y atención médica a mujeres mayores de 60. Ayudas estas que, así como las subidas del salario mínimo y el acceso a la vivienda, Sheinbaum pretende convertirlas en un derecho constitucional.
Pero, a partir de la próxima semana a Sheinbaum se le puede dañar el caminado tras la toma de posesión de Donald Trump el lunes. Tendrá que capotear las ocurrencias del nuevo presidente que desde que fue elegido no ha parado de lanzar amenazas contra México. Entre ellas que les va a aplicar macro aranceles del 25% condicionados al cierre de la frontera tanto para la inmigración como para el tráfico de drogas, sobre todo el temible fentanilo, que se produce parcialmente en el país azteca.
Esa relación de comercio con Estados Unidos es crucial para México. Cabe recordar que China decidió poner gran parte de su producción en ese país, para venderle sus productos a Estados Unidos, lo que se conoce como “nearshoring”, para hacerle el quite a las sanciones y aranceles que Washington le impone al gigante asiático. Y gracias a esa movida, México vive una bonanza económica, que en últimas le ha servido para todo tipo de obras de desarrollo y entrega de subsidios, que eventualmente pueden verse frenados o irse a pique con la llegada de Trump. Amanecerá y veremos.
En cuanto a la seguridad, Sheinbaum se aleja de la famosa estrategia “abrazos y no balazos”, que fue un rotundo fracaso: 100 muertes violentas diarias durante el sexenio de López Obrador, un récord histórico. Sheinbaum ha elegido una aproximación más agresiva que en estos 100 días ha dado como resultado una disminución del 16% en los homicidios. Pero siguen siendo cifras escandalosas, los primeros meses de su mandato estuvieron marcados por violentos enfrentamientos entre facciones del cártel de Sinaloa, que dejaron 651 muertos y 513 desaparecidos según un informe oficial.
Por ahora, en una carta abierta dirigida a Trump y leída por la propia Sheinbaum, esta le dijo en tono firme que “El 70% de las armas ilegales que se decomisan en México provienen de su país; nosotros no producimos armas ni consumimos drogas sintéticas, eso sí, proporcionamos a quienes mueren a manos de los delincuentes”. Por lo pronto se sabe que Mike Waltz, el nuevo asesor en seguridad nacional de Trump, está detrás de un proyecto de ley que permitiría el uso de “drones, ciberguerra e inteligencia” para golpear a los narcos en México.
De otro lado Trump anuncia una deportación masiva de inmigrantes indocumentados desde EE.UU., de los cuales más de la mitad de ellos son mexicanos. Una decisión así, de llegar a hacerse realidad, podría afectar esos flujos de remesas que constituyen la principal fuente de ingresos para unos 11 millones de mexicanos y que en 2023 fue de más de 60.000 millones de dólares. Sheinbaum no niega esta contribución a la economía mexicana pero también ha querido recordar que los mexicanos, con su trabajo, contribuyen más a la economía de Estados Unidos. Por algo, en su país, Sheinbaum está siendo reconocida por tener una voz más firme frente a Trump comparada con la de su antecesor AMLO.
Y así, el tira y afloje es constante. El nombramiento de Peter Navarro como principal asesor comercial de Trump indica que puede estar dispuesto a desmantelar el tratado de libre comercio con México y Canadá firmado en 1994 y renovado en 2018. El gobierno mexicano, entendiendo que tiene que ofrecerle un caramelo, se prepara para reducir componentes chinos en sus exportaciones a Estados Unidos.
Por otro lado, del lado de las instituciones democráticas, todavía todo está por verse. Sheinbaum mantiene la polémica reforma del sistema judicial mediante la sustitución de casi 2.000 jueces por otros que serán elegidos mediante voto directo. Ha reforzado mensajes que indicarían que México volvería a épocas del PRI pero con Morena y aprobaron una reforma constitucional que deja más consolidada la estatización del sector eléctrico. Falta ver si esa mezcla de alta popularidad y las reformas que cada día le permitirán cooptar más poder a Morena qué impacto tendría sobre la democracia.