Por JORGE G. CASTAÑEDA*redaccion@elcolombiano.com.co
La ciudad de Tijuana ha sido, en estos últimos años, una especie de buena noticia nacional en materia de violencia. Después de haberse transformado, entre 2010 y 2012, en una de las dos capitales de la violencia en México (la otra sigue siendo Ciudad Juárez), los índices de criminalidad, de homicidios dolosos, de zozobra y desinversión, la urbe fronteriza recuperó su vitalidad y calma. Ahora parece andar por el camino inverso.
Según Animal Político, que cita datos oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública, si en 2010-2012 las cifras de asesinatos se redujeron hasta 270 entre enero y noviembre, en 2015 alcanzaron 498, y en 2016, 671 –un aumento de 35 %. Se trata de una cantidad similar...