Síguenos en:
Beatriz de Majo
Columnista

Beatriz de Majo

Publicado

Presencia china en Guyana

Por Beatriz de Majo - beatrizdemajo@gmail.com

En cada una de las esquinas de Georgetown, Linden, Corriverton y Rosehall es frecuente escuchar mandarín. Buena parte del comercio está en manos de inmigrados chinos con pasaporte guyanés.

Pero Guyana no era un país que despertara gran interés en el mundo de los negocios internacionales, hasta que en el 2017 su colosal potencial energético fue develado al planeta por las propias empresas privadas explotadoras de estos recursos. Las grandes petroleras mundiales tenían ya un pie bien puesto en este país, cuya población vive con menos de seis dólares por día.

China, sin embargo, había ya detectado, desde varias décadas atrás, otras áreas de interés que van más allá del potencial de reservas que existen en su subsuelo. Por ello diseñó y ejecutó fórmulas de acercamiento estratégico con el gobierno guyanés, útiles para los inversionistas propios y para las administraciones locales, que contaron con alternativas para generar mejores condiciones de vida a sus ciudadanos.

Desde mediados del siglo pasado, Pekín ha estado apuntando a echar raíces allí con la idea de estar presente cuando se produzca el despegue económico, que, al parecer, estaría a punto de llegar. Cuantiosos fondos de cooperación fluyeron a partir de 1980 creando un buen ambiente, el cual hoy beneficia esta relación bilateral basada en el principio ganar-ganar. Guyana se ha convertido en un punto neurálgico de su Nueva Ruta de la Seda. China ha estado financiando dentro de su geografía el desarrollo de obras de infraestructura que son cada vez más esenciales desde que el país abrazó su vocación petrolera.

A decir de los guyaneses, su nación se convertiría en apenas un lustro en el mayor productor de petróleo del subcontinente, lo que le permitiría suplir al orbe de todo el petróleo que no están produciendo los venezolanos, los colombianos y los mexicanos. Cuando ese momento llegue, ya China tendrá una importante gravitación en los asuntos internos del país: desde 2016 fue una empresa china del campo de lo geológico quien estableció el mapa de las reservas minerales del país y a esta hora ya está en pleno desarrollo un conjunto de proyectos de cooperación y financiamiento en infraestructura; cubre la ampliación del aeropuerto de Cheddi Jagan, la construcción de una planta Hidroeléctrica en Amalia Falls, la vía terrestre que unirá Georgetown con Brasil, la expansión de la conectividad de banda ancha en telecomunicaciones, entre muchas otras actividades esenciales. Todo ello sin hablar del negocio de petróleo, en el cual ya los chinos tienen un pie adentro, con el 25 % de participación de la empresa estatal Cnooc en la explotación del bloque de Starbroek.

Cuando se constata la debilidad económica que el planeta registrará a raíz de la pandemia y de la guerra rusa con Ucrania, todo hace pensar que, con lo que ha sembrado en cinco décadas en el país caribeño, China recogerá buenos frutos. Pensemos por un instante en que todo lo anterior ocurre en un espacio cuya población no alcanza 800.000 personas, menos que cualquier diminuta población china 

Porque entre varios ojos vemos más, queremos construir una mejor web para ustedes. Los invitamos a reportar errores de contenido, ortografía, puntuación y otras que consideren pertinentes. (*)

 
Título del artículo
 
¿CUÁL ES EL ERROR?*
 
¿CÓMO LO ESCRIBIRÍA USTED?
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO

Datos extra, información confidencial y pistas para avanzar en nuestras investigaciones. Usted puede hacer parte de la construcción de nuestro contenido. Los invitamos a ampliar la información de este tema.

 
Título del artículo
 
RESERVAMOS LA IDENTIDAD DE NUESTRAS FUENTES *
 
 
INGRESE SUS DATOS PERSONALES *
 
 
Correo electrónico
 
Teléfono
 
Acepto Términos y Condiciones Productos y Servicios Grupo EL COLOMBIANO
LOS CAMPOS MARCADOS CON * SON OBLIGATORIOS
Otros Columnistas