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Por Natalia González Santa - Comunicaciones.wic@womeninconnection.co
Así, como lo oye: usted y su empresa podrían estar dejando pasar una oportunidad importante al aferrarse a la tradición y al status quo.
Provengo de una familia —o mejor dicho, de una cultura— con una arraigada tradición empresarial, en la que lo usual era que los hombres ocuparan cargos de liderazgo y tomaran las decisiones en el negocio familiar. Con la particularidad de que, en la segunda generación, somos dos mujeres. Así, la biología nos llevó a ocupar cargos en la junta y a asumir roles de liderazgo en la empresa familiar desde muy temprana edad.
Poder alzar mi voz en la toma de decisiones en mi empresa y en mi entorno ha marcado una diferencia notable. Estoy convencida de que mi forma de pensar, junto con la de otros miembros de la junta —muchos de ellos hombres— ha sido clave para que hoy mi empresa celebre 30 años en el mercado y continúe identificando oportunidades donde otros quizás no las vean.
Esta no es la realidad de la mayoría de las empresas en Colombia; por ello, es fundamental destacar que este escenario representa una enorme oportunidad de negocio. Hoy, las mujeres conformamos cerca del 52% de la población, pero no ocupamos cargos de liderazgo ni sillas en los principales órganos de gobierno en la misma proporción. A pesar de ello, somos las principales responsables de las decisiones de consumo en los hogares.
Según datos del Club del 30%, únicamente el 23% de las posiciones en las juntas directivas de las empresas listadas en bolsa en Colombia están ocupadas por mujeres, y aún existen 24 empresas que no cuentan con ninguna mujer en su órgano de gobierno.
Diversos estudios realizados por consultoras, universidades y expertos a nivel mundial confirman que contar con equipos de liderazgo con al menos un 30% de participación femenina no solo es una buena practica, sino que también se traduce en un buen negocio. Indicadores como la rentabilidad, la innovación, la retención de talento y el flujo de caja demuestran un desempeño superior en equipos de liderazgo diversos.
Por ello, desde Women in Connection y el Club del 30% venimos trabajando desde hace varios años para visibilizar no solo la problemática, sino también la enorme oportunidad que representa innovar y hacer crecer nuestras empresas. Actualmente, en colaboración con el CESA, contamos con una base de más de 700 perfiles de mujeres altamente formadas, capacitadas y preparadas para ocupar espacios en juntas directivas.
La diversidad de pensamiento y la experiencia única que aportan las mujeres no son solo una buena práctica, sino el motor de la innovación, la rentabilidad y la competitividad en un mundo globalizado. Cada empresa que decida abrir sus puertas a este potencial estará no solo reconociendo la equidad, sino impulsando un cambio decisivo que repercutirá positivamente en sus indicadores de negocio y en consecuente en la economía.
*Gerente General Women in Connection