Constantemente he mencionado en esta columna la importancia de multiplicar experiencias significativas de transformación social que emergen desde y con la participación ciudadana. Da gusto hablar de dinámicas en la ciudad que involucran a diferentes sectores de la sociedad civil, movilizando conocimientos y recursos para el beneficio integral de un territorio. Hoy me refiero al caso particular de Moravia, cuya resiliencia es ejemplar. Ha pasado de ser un barrio estigmatizado o en el mejor de los casos a evitar, a ser un lugar destacado en muchos campos, que hoy se deja visitar. Sin duda ha habido inversión pública en distintos gobiernos, pero sobre todo ha evolucionado positivamente en el trabajo comunitario y en las “juntanzas” creativas para...