El título no pretende ser catastrófico, pero la realidad sí lo es. En Medellín, siete de cada 10 calles se encuentran en mal estado, según la Secretaría de Infraestructura. El deterioro de las vías va en aumento cada día, sin que se vea un plan para evitar que los huecos conviertan la otrora tacita de plata en cosa del pasado. Inclusive, la Sociedad Antioqueña de Ingenieros manifestó recientemente que el problema es tan complejo que exige una intervención de fondo, que va más allá de tapar huecos.
La ciudad, gracias a su abundante talento humano e imparable desarrollo industrial, sigue para adelante en innovación y desarrollo, pero el deterioro en su infraestructura vial ya opaca tantos esfuerzos que se hacen desde lo privado, y también desde...