Con motivo del Camino Sinodal que lleva a cabo la Iglesia católica, en el que se realiza un proceso de consulta para buscar maneras más adecuadas de evangelizar en nuestro tiempo, leí un artículo titulado “La realidad religiosa en América Latina”, publicado en la revista Humanitas de la Universidad Católica de Chile y escrito por Sofía Brahm, quien nos revela interesantes datos sobre este tema.
Según el Anuario de Estadísticas de la Iglesia, América es la casa de 641 millones de católicos, lo que lo hace el continente más católico, ya que el 48 % de quienes profesan esta religión se encuentran aquí. Sin embargo, de acuerdo con una encuesta de Latinobarómetro, el fenómeno de decrecimiento de los adeptos a este credo es cada vez más notorio. De un 80 % de católicos en 1995, ha caído a un 59 % en 2018. Esto, a sabiendas de que en las cifras tomadas por la investigación no fueron tenidos en cuenta los dos últimos años de pandemia, en los que la deserción de católicos pudo haber aumentado, pues la presencialidad es decisiva para quienes practican este credo.
Una de las razones de la baja de católicos en América Latina es la presencia de iglesias cristianas de diferentes denominaciones, a las cuales muchos migran porque se sienten más acogidos, porque ven una mayor coherencia, lo cual queda reflejado en la encuesta: En la mayoría de los países al menos un tercio de los cristianos no católicos dicen que originalmente se bautizaron en la Iglesia católica. Además, el 83 % de evangélicos asegura que asiste a la iglesia al menos una vez por semana, mientras que en el grupo de los católicos esto solo ocurre en el 62 % de ellos. Los cristianos no-católicos también tienen más hábitos de lectura de las Sagradas Escrituras fuera de los servicios religiosos, algo que los católicos practican muy poco.
Aunque en el continente la confianza en la Iglesia ha caído diez puntos porcentuales desde 1995, aún una mayoría cree en ella: un 63 % de los encuestados. La institución que le sigue son las Fuerzas Armadas, en la que confía solo un 40 % de la población. En Colombia, el nivel de confianza en la Iglesia es del 69 %.
Pese a la deserción que hay de católicos hacia una vida sin ritos religiosos o hacia otras denominaciones religiosas, una abrumadora mayoría de latinoamericanos dice creer en Dios (en algunos países, 99 %) y practica algún tipo de devoción, sea dentro o fuera de una organización religiosa. “El fenómeno responde más bien a una desinstitucionalización de la fe”, dice la autora del artículo.
Creo que el tema no es que la Iglesia cambie sus posturas sobre ciertos puntos que la pueden hacer impopular, sino que haga su discurso más atractivo, que ofrezca renovadas instancias de formación y que busque predicar especialmente con el ejemplo de vida de sus agentes pastorales. Bien hace el papa Francisco en abrir este proceso consultivo para escuchar a sus mismos fieles y para que ellos propongan maneras novedosas de transmitir el mensaje de Cristo, el mismo ayer, hoy y siempre.