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Los esfuerzos del sector deberían estar centrados en que estos proyectos avancen y entren en operación lo antes posible para seguir garantizando la confiabilidad del sistema eléctrico.
Por Diego Mesa Puyo* - d.mesapuyo@columbia.edu
El fenómeno del Niño es un evento climático en el que la superficie del Océano Pacífico se calienta por encima del promedio histórico y en ciertas regiones, como Colombia, la temporada de lluvias se reduce significativamente, ocasionando largas e intensas sequías, mientras que en otras latitudes las lluvias aumentan, generando inundaciones y desbordamientos de ríos y quebradas. Adicionalmente, los vientos superficiales, que normalmente soplan de este a oeste a lo largo de la línea ecuatorial se debilitan o comienzan a soplar en dirección contraria. El Niño se presentan cada cuatro o cinco años, en promedio, pero su ocurrencia no se ajusta a un calendario regular y por lo tanto es difícil de predecir. Finalmente, El Niño tiene una duración de entre nueve y 12 meses, aunque puede durar años.
El último Niño fuerte que enfrentó Colombia fue en 2015-2016, el cual llevó el nivel de los embalases a sus mínimos, obligando a hacer un mayor uso de las centrales térmicas que actúan como respaldo. Adicionalmente, otros imprevistos como un incendio en la central hidroeléctrica de Guatapé, una de las más importante del país, y la imposibilidad de contar con suficiente disponibilidad de gas, generó incrementos significativos en el precio de la energía en bolsa y termino llevando al sistema a una situación de estrés extrema. Sin embargo, es importante resaltar que, gracias a la planeación y al esquema del Cargo por Confiabilidad, el sector eléctrico logró enfrentar de manera exitosa uno de los Fenómenos de El Niño más intensos de la historia, al tiempo que se presentaba una escasez de gas y otros desafíos que limitaron la disponibilidad de combustibles líquidos, causando la indisponibilidad parcial de algunas plantas de generación.
Actualmente, la Organización Meteorológica Mundial proyecta un 60 por ciento de probabilidad de que el Fenómeno de El Niño se desarrolle entre mayo y julio de 2023, la cual incrementa a 70 por ciento entre junio y agosto, y a 80 por ciento entre julio y septiembre. Por su parte, el Centro de Predicción Climática de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos, asigna una probabilidad del 90 por ciento a que El Niño persista durante los meses del invierno norteamericano. Aunque El Niño no ha empezado oficialmente, ya hay afectaciones por sequías extremas que están sufriendo algunos países de la región, como Panamá, en donde desde el 24 de mayo se empezó a restringir el paso de embarcaciones y se incrementaron las tarifas de contenedores que se transportan por el canal.
Colombia realizó exitosamente una subasta de Cargo por Confiabilidad en 2019 y dos subastas de energías renovables no convencionales en 2019 y 2021, incrementando la capacidad de generación, a la vez que se introdujeron cambios regulatorios, y se adjudicaron proyectos de transmisión de energía y se aprobaron proyectos de transporte de gas para fortalecer la resiliencia del sistema. Los esfuerzos del sector deberían estar centrados en que estos proyectos avancen y entren en operación lo antes posible para seguir garantizando la confiabilidad del sistema eléctrico, independiente de la ocurrencia de eventos climáticos, como se ha venido haciendo en los últimos 30 años.
*Miembro Distinguido Visitante del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia en Nueva York.