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Por eso es de bien nacidos reconocer que fueron las políticas de seguridad de Álvaro Uribe las que cambiaron todo. Hoy Colombia es un país percibido por los turistas como un destino seguro y fiable.
Por Humberto Montero - hmontero@larazon.es
Colombia recoge ahora los frutos del trabajo bien hecho hace años. El pasado 2024 concluyó con un alza importante de las llegadas internacionales, de la inversión extranjera directa y de las exportaciones no minero-energéticas, según el balance anual. Los datos arrojan que entre enero y octubre entraron al país 5,3 millones de visitantes no residentes, un crecimiento del 9,4%. Se están aún lejos de las cifras potenciales de un país que podría fácilmente tener más de 25 millones de visitantes extranjeros al año por su capacidad de mercado y atractivos, pese a que en 2023 cerró con 5,86 millones de visitantes no residentes, un crecimiento del 24,3% respecto a 2022. Colombia dispone de selva, playas y costas, tanto al Caribe como al Pacífico, cafetales por doquier, montañas y ríos mágicos, gastronomía de primer nivel y el calor de una población acogedora como pocas. También de un legado histórico vibrante y bien preservado, tanto precolombino como colonial.
Los ingresos por turismo superaron los 7.444 millones de dólares a septiembre del presente año, un aumento del 14 %, según ProColombia, mientras que la conectividad aumentó con la apertura de 26 nuevas rutas aéreas que, si nada se tuerce, irán a más gracias al potencial del que dispone el país.
Colombia sigue siendo líder en Suramérica en el enfoque de sostenibilidad y biodiversidad, con actividades, por ejemplo, como avistamiento de aves, nueve playas certificadas con Bandera Azul (playas y puertos que cumplen una serie de condiciones ambientales) y 20 destinos sostenibles, entre otros atractivos
A esto se suma la creciente actividad exportadora, con los productos como café, frutas exóticas, moda y tecnología alcanzando mercados cada vez más diversos. Las exportaciones no minero-energéticas crecieron un 9,6 % hasta octubre de 2024 con respecto a 2023, acumulando 18.052 millones de dólares.
Durante este periodo más de 6.699 empresas han llevado su oferta al exterior, “sumándose a una transformación exportadora que diversifica mercados y expone lo mejor de Colombia”, remarcó ProColombia.
Gracias a todo ello, a septiembre pasado, los flujos de inversión extranjera alcanzaron 9.953 millones de dólares, y de este monto el 68,7 % se dirigió a sectores no minero-energéticos, según la Balanza de Pagos del Banco de la República.
Actividades como el Colombia Sustainable Investment Roadshow en Londres y la participación en el AIM Congress en Abu Dabi, así como el reciente lanzamiento de la Guía de Inversión en Turismo de la mano de ONU Turismo en Cartagena, han llevado la promoción como destino de inversión extranjera directa a escenarios internacionales, “atrayendo oportunidades que impulsan regiones estratégicas”.
Hoy el país se vende con la marca “Colombia, el país de la belleza”, pero cuando arrancó el siglo el país estaba al borde de ser considerado por la comunidad internacional como un estado fallido. Ningún crucero se atrevía a desembarcar turistas en ninguno de los grandes puertos del país y hasta de Cartagena de Indias huían los gringos. Tras décadas de plomo, entre guerrillas y narcos, a Bogotá o Medellín se las consideraban las Beirut de Iberoamérica y al país entero, más peligroso que el Cuerno de África. Por eso es de bien nacidos reconocer que fueron las política de seguridad de Álvaro Uribe las que cambiaron todo. Hoy Colombia es un país percibido por los turistas como un destino seguro y fiable. Baste como ejemplo que este verano una buena amiga que estaba armando un viaje de casi un mes recurrió a mí. ¿Saben para qué? Para preguntarme por la gastronomía y por donde salir de farra. Ni una sola cuestión sobre inseguridad me hizo. Gracias, presidente.