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¿Enseñó Jesucristo con esta frase algo nuevo? (Lucas 6,27-38). Pitaco (+570 a.C.), uno de los antiguos sabios de Grecia, dijo: “No hagas a tu vecino lo que no pudieras sufrir tú”. Confucio (+479 a.C.), “Lo que no deseas que otros te hagan a ti, no lo hagas a los demás”. Buda (+c.400 a.C.), “No dañes a otros con lo que pudiera dolerte a ti”. El hinduismo (Mahabharata, s.IV a.C.), “Esta es la suma del deber: no hagas nada a otros que, si te lo hicieran a ti, pudiera causarte dolor”. Y en el pasaje bíblico de Tobías 4,15 -s.III a.C.- encontramos: “Lo que no quieras que te hagan, no lo hagas a los demás”.
Todas esas sentencias se referían a no hacer el mal. Pero Jesús invita a hacer el bien, como después en el Corán el islamismo (s.VII d.C.): Ninguno de ustedes es creyente hasta que desea para su hermano lo que desea para sí mismo. Y si la Biblia en el Antiguo Testamento dice “ama a tu prójimo como a ti mismo” y “al extranjero que viva entre ustedes trátenlo como a uno de ustedes, ámenlo, pues es como uno de ustedes, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto” (Levítico 19,18.33-34, s.VI a.C.), estas prescripciones no se referían a los ofensores.
En cambio, Jesús enseña a orar diciendo “Padre nuestro, perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden”, y antes de morir pide por quienes lo están crucificando: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23,34).
En el Evangelio de Mateo (5, 48) Jesús culmina su exhortación a amar a los enemigos diciendo: “Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”. En Lucas, “sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso”. ¡La perfección de Dios es su misericordia!. Miseri-cordia (de miser -miserable- y cor -corazón- en latín), significa la capacidad de sentir de corazón la miseria del otro. Es la com-pasión con quien experimenta la desgracia, incluso la de no saber lo que hace.
Termina Jesús diciendo: “La medida con que den a otros, será empleada con ustedes”. El juicio final (Mateo 25,31-46), será con el mismo criterio: todo lo que hayamos hecho o no con los demás, lo habremos hecho o no con Dios.
