Hace nueve meses tuve el honor de ser invitado a participar en las páginas editoriales de EL COLOMBIANO como columnista. Ese honor significa mucho para mí, ya que mi padre, Iván Duque Escobar, estuvo por más de dos décadas compartiendo sus ideas y opiniones con los lectores de este diario. Llegar a estas páginas y poder compartir la forma en la que veo a Colombia y en la que creo juntos podemos construirla ha sido una experiencia inigualable.
Los colombianos tenemos que mirar al futuro, superar debates anacrónicos innecesarios y concebir un país donde la legalidad sea la base del progreso. La legalidad es el matrimonio de la justicia y la seguridad y demanda superar la relativización de las normas y entender que ante cualquier forma de criminalidad...