Aquel martes de octubre, Sergio Restrepo, el director saliente del Teatro Pablo Tobón Uribe, llegó puntual. Lo estaba esperando un músico joven y talentoso que pidió una cita para presentar en ese lugar el nuevo disco de su agrupación. Sergio saludó y preguntó cómo podía ayudar. Durante la hora siguiente habló con argumentos sobre la música y cultura en Colombia. Sin apasionamientos y con palabras precisas que iban mostrando esa mezcla suya de sensibilidad y genio, explicó las condiciones para hacer un evento allí y habló claro para “no crear ilusiones innecesarias y cumplirle al Teatro”. Su respuesta final fue sí y los que apoyamos sin interés a ese grupo, celebramos luego por Whatsapp. Meses después, varios conocidos estuvimos en una lectura...