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Botín de depredadores

01 de marzo de 2025
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  • Botín de depredadores
  • Botín de depredadores

Por Fanny Wancier Karfinkiel - fannywancier7@gmail.com

No dejan de sorprender las conductas explícitas contra la mujer y las actitudes de rechazo, miedo, odio, o aversión hacia lo que se relaciona con lo femenino. Que a estas alturas los hombres sigan manteniendo más poder y privilegios, que prejuicios como la inferioridad biológica (fragilidad, ciclo reproductivo, necesidad de protección), la inferioridad moral (provocadoras que hacen al hombre caer en el pecado), y la inferioridad intelectual (menos inteligentes, no saber utilizar el conocimiento, tener poca iniciativa) justifiquen la violencia contra ellas, son quizá la falsedad y discriminación más extendida en el planeta.

Según algunos informes, el 60 % de las matanzas de mujeres las comete la pareja o alguien de la familia e, indicando que en la mayor parte de la sociedad el ciclo patriarcal sigue vigente, es aterrador que cada 10 minutos muera en el mundo una niña o mujer en manos de un hombre. Parece que, al igual que una enfermedad heredada, la misoginia se continúa transmitiendo consciente o inconscientemente generación tras generación, a través de manifestaciones culturales como el cine, la literatura, las artes plásticas e, igualmente, con la ayuda de instituciones religiosas y familiares.

La violencia hacia las mujeres y lo femenino, suele provenir de sujetos obsesivo compulsivos, perfeccionistas, dependientes, controladores, inseguros, inmaduros y celosos que padecen trastornos de personalidad severos: trastorno paranoide, esquizoide, límite, histriónico, narcisista, de evitación, y antisocial.

Sin entrar a explicarlos, es necesario trasladar el foco de atención hacia las mujeres y preguntarse: ¿qué hace que se presten para ser presa o botín de un depredador? ¿por qué su instinto de conservación no funciona? ¿a dónde se van la perspicacia y la cautela? ¿qué hace que no identifiquen el abuso a tiempo o, más aún, lo confundan con muestras de “amor”? ¿por qué algunas mujeres colocan al servicio de los hombres su belleza e inteligencia?

Considerando que en ciertos contextos no se han eliminado las creencias de ser obediente, vivir hasta que la muerte los separe, y soportar en silencio todo tipo de abusos, para colmo de males, existen hábitos emocionales dañinos que se transmiten de una generación a otra perpetuando el maltrato:

Miedo a ser abandonada: hábito emocional que produce pavor a estar sola, dependencia, apego con angustia, desamparo, búsqueda de seguridad constante, y ver signos de abandono donde no los hay.

Carencia e impotencia: costumbre que lleva a la sensación de falta de atención, miedo a no satisfacerse nunca, agotamiento físico, bloqueos mentales, tristeza y desesperanza.

Sometimiento e ira: hábito emocional de sentirse atrapada, pasiva, de no poder comunicar opiniones ni deseos y urgencia de agradarle a otros.

Desvalorización interior: falta de confianza en sí misma, sentirse imperfecta, ser indigna de amor, humillarse, degradarse ante otros y perder el control.

¿Hasta cuándo las mujeres van a aferrarse a creencias destructivas? Llegará el día en que reconocerán que poseen una sabiduría profunda. Una fuerza poderosa y nutriente de donde se recibe el instinto, la sensibilidad, el saber vivir y, sobre todo, el grito contra la injusticia.

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