Por ARMANDO ESTRADA VILLA
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A raíz de lo que ocurre en Venezuela, es pertinente mirar qué pasa con la democracia en el mundo, que según Churchill es el peor sistema de gobierno, exceptuando los demás, o que para Lincoln es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Un Estado es democrático cuando satisface estos requisitos: primacía del pueblo, significativa competitividad por el poder entre partidos y entre individuos, participación inclusiva en la selección de líderes y políticas por medio de elecciones libres, periódicas y justas, libertades y derechos civiles y políticos suficientes para garantizar la integridad de la competitividad y la participación políticas, forma de hacer política basada en la persuasión y el diálogo, abandono pacífico del poder, respeto a la oposición, tripartición de poderes, funcionamiento de frenos y contrapesos, y prensa libre. Es obvio que el gobierno de Maduro no cumple estos requisitos.
Como Venezuela no es la única dictadura, es pertinente preguntar ¿cómo está la democracia en el mundo? Para responder este interrogante acudimos a la investigación realizada todos los años por la Unidad de Inteligencia de The Economist, que clasifica los países en democracias plenas, democracias imperfectas, democracias híbridas y regímenes autoritarios con base en la evaluación de cinco factores: los procesos electorales y el pluralismo, el estado de las libertades civiles, el funcionamiento del gobierno, la participación política y la cultura política por medio de sesenta indicadores, que van de 1, para el autoritarismo total, a 10, la democracia perfecta.
El índice de 2018, que cubrió 167 países, muestra que son democracias plenas, es decir, que reúnen todas las condiciones, solo 20 países, entre otros, Noruega, Suecia, Dinamarca, Uruguay y Costa Rica, que representan el 12 % y en los que vive apenas el 4,5 % de la población mundial. Son regímenes autoritarios, esto es, que desconocen totalmente los principios democráticos, 53 países, que representan el 31,7 %, en los que reside el 35,6 % de los habitantes del mundo, que alcanzan a cerca de 2.700 millones. A este grupo pertenecen Venezuela, Cuba, Nicaragua, Rusia, China, entre otros.
Son democracias imperfectas Chile, Argentina, Brasil, Colombia (puesto 51 en el escalafón), Estados Unidos, Francia, Italia y 48 países más, que representan 32,9 % y donde habita el 43,2 % de la población. Son Estados donde los requisitos se cumplen a medias con elecciones libres y justas, respeto a los derechos civiles y políticos y reconocimiento del pluralismo, pero arrojan bajos niveles de participación, cultura política poco desarrollada y deficiencias en la gobernabilidad. Los regímenes híbridos como El Salvador, Bolivia, Honduras, Guatemala, Turquía, son 39, representan el 23,4 % y sirven de asiento al 16,7 % de la población, se caracterizan por la limitada competitividad en la lucha por el poder, la existencia de más de un partido político, pero con uno dominante, por lo que combinan requisitos democráticos con comportamientos autoritarios.
En conclusión, la democracia está mal en el mundo, pues entre autoritarias e híbridas hay 92 países, que representan el 55 %, con el 52 % de la población mundial. El esfuerzo para recuperar la democracia en Venezuela es plausible. Pero harán lo mismo en los demás países autoritarios. ¿O será que el petróleo sirve de motivación al merecido embate contra Maduro?.