Siempre he sostenido que una parte muy importante de nuestra formación se lleva a cabo en las empresas donde trabajamos y depende en gran medida de los líderes con los cuales interactuamos. Hoy puedo decir, con certeza y con gratitud, que haber tenido un jefe como Nicanor Restrepo fue, para mí, una de las experiencias que más marcó mi vida.
De él recibimos principalmente el buen ejemplo en todas las actuaciones laborales. La ética empresarial fue una de sus grandes obsesiones y cada decisión que tomaba representaba una enseñanza en torno a ella. Actuar con rectitud, decía él al retomar las palabras de Jorge Molina Moreno, “nos permite dormir en almohada de plumas”. También destaco de él su interés y preocupación permanente por asuntos como la educación, la paz, la cultura y las políticas públicas, a las cuales dedicaba parte importante de su tiempo, indicándonos con ello que la vida empresarial va más allá de nuestras oficinas.
Era un gran conversador y escucharlo era verdaderamente maravilloso. Combinaba de manera fantástica su vasta cultura con un fino sentido del humor y una capacidad única de burlarse de sí mismo. Gracias a su gran imaginación, era capaz de convertir una simple anécdota en una entretenida y divertida mezcla de realidad y ficción, donde nadie quería perderse una sola palabra.
Como líder, delegaba con confianza, reconocía los méritos de sus coequiperos y gozaba con sus triunfos. Siempre recordaré la frase que me dijo cuando me encomendó la tarea de fundar y dirigir la AFP Protección: “consiga gente mejor que usted.”
Precisamente, otra de sus grandes obsesiones, fue formar un conjunto de líderes que estuvieran listos a asumir la dirección de las empresas del Grupo, manteniendo el legado de principios éticos que él y sus antecesores consolidaron en estas organizaciones, como fundamento de la sostenibilidad empresarial, el crecimiento y la contribución al desarrollo del país.
Hoy decimos adiós al amigo, al maestro y al líder, con inmensa gratitud y con la alegría de saber que su paso por nuestras vidas nos deja la huella imborrable de todas sus enseñanzas y de su valioso ejemplo.