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El fenómeno Milei

Los argentinos salen desesperadamente a gastar sus pesos antes de que empiecen a valer menos.

20 de agosto de 2023
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  • El fenómeno Milei

Por David González Escobar - davidgonzalesescobar@gmail.com

A pesar de la persistente crisis económica que ha afectado al país durante varios años, la escena gastronómica en Argentina resplandece con más vitalidad que nunca. De acuerdo con el índice de actividad de restaurantes compartido por el gobierno de Buenos Aires, el volumen de ventas en los establecimientos de la ciudad se encuentra un 30% por encima de los niveles prepandemia. La megadevaluación e inflación de más del 100% que padece Argentina —superada únicamente en el mundo por Venezuela, Líbano y Zimbabue — tienen un curioso efecto colateral en el ocio: los argentinos salen desesperadamente a gastar sus pesos antes de que empiecen a valer menos. En ausencia de expectativas sólidas sobre el valor futuro del dinero, mejor gozárselo hoy.

Viendo al punto al que ha llegado su economía hoy en día, donde la única certeza que se tiene de cada gobierno es que no va a ser capaz de pagar su deuda externa, pocos pensarían que Argentina llegó a ser uno de los países más ricos del mundo.

Según datos del Maddison Project, en la última parte del siglo XX y los inicios del siglo XXI, la misma época en la que nació Borges, Argentina se encontraba dentro de las cinco naciones más prósperas del planeta. En 1895, el PIB per cápita de Argentina representaba el 83% del de Estados Unidos. Sin embargo, en la actualidad, después de décadas de populismo peronista e inestabilidad política, el ingreso promedio de un argentino se sitúa en tan solo el 20% o menos que el de un gringo. Un desplome total de la riqueza de un país que, dadas sus ventajas geográficas, parecía estar “condenado” al éxito.

Hace una década, la tasa de cambio era 5 pesos argentinos por cada dólar. Hoy en día, la tasa oficial es de 350 pesos por cada dólar, mientras que el “dólar blue”, al cual la mayoría de los argentinos accede en realidad, se acerca a los 800 pesos por dólar. La tasa de pobreza del país ya bordea el 40%. Una tasa parecida al gasto público por parte del Gobierno, que pasó del 26% del PIB en el año 2000 al 40% hoy en día, con la particularidad de que los ingresos del Estado solo representan un magro 32% del PIB, lo que ha llevado al gobierno argentino a cubrir la diferencia prendiendo la máquina de imprimir billetes.

Aproximadamente el 40% de los puestos de trabajo en el sector formal del país están ocupados por empleados públicos, e incluso en algunas provincias, la proporción de empleo público supera al empleo privado. La Biblioteca del Congreso, por ejemplo, tiene 1.700 empleados, al igual que abundan casos ridículos como senadores que tienen en su nómina más de 50 asesores directos.

Cristina Fernández, condenada por corrupción y vicepresidenta del país, acumula entre sus ingresos su pensión como expresidenta, la pensión de su fallecido esposo, también expresidente, y su salario como vicepresidenta. Estos ingresos combinados alcanzaban, hace un par de años, aproximadamente 24 mil dólares al mes, lo que superaba más de cien veces el salario mediano en el país. O quién sabe cuántos dólares en realidad, ya que los altos funcionarios tienen acceso privilegiado a la tasa de cambio oficial, un privilegio que el resto de los argentinos no comparte. Mientras tanto, según estimaciones del Banco Mundial en 2019, una Pyme argentina promedio podría ver más del 100% de sus utilidades destinadas a impuestos y prestaciones sociales.

El fenómeno Milei se pudo haber demorado en llegar. .

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