Nos tumbaron. Nos sitiaron como a un castillo medieval. Ahora nos quieren hacer creer que esto es “progreso” y genera “valor comercial”.
El caos que se ha denunciado en San Lucas y sectores aledaños es un desastre que algunos trataron de prevenir, pero tuvo un punto de quiebre: el momento en que entregamos los ahorros (en mi caso, para la educación de mis hijos) a la fábrica de cuellos de botella vehicular mejor conocida como Fonvalmed, Fondo de Valorización de Medellín.
Recuerdo cuando oí por primera vez el término “derrama”: una fuente me aseguró que uno de los miembros del equipo que delimitó el perímetro de la “derrama de valorización” “corrió” a vender su propiedad en el sector que sería afectado por el costo excesivo del cobro. Hoy, mientras habito un lugar prácticamente aislado, considero que Fonvalmed asaltó la buena fe de los contribuyentes.
Para completar, este Inframundo ahora está vigilado por un Cancerbero: tres nuevas torres que se asoman, amenazantes, como monstruos míticos sobre la transversal Inferior.
El arquitecto Mauricio Facio Lince, exdirector del Área Metropolitana, dice: “Lo que está pasando entre Los Balsos y El Campestre es un problema de carga, ¿cómo le vamos a meter más de 250 apartamentos, más un supermercado, como PriceSmart, con 15 mil metros y más de 250 parqueaderos, a una zona que, hoy en día, ya no soporta una carga adicional?”.
Sobre Fonvalmed, Facio Lince destaca cómo a partir de Los Balsos se detienen las obras de valorización: “Los predios están desvalorizados por una carga no tradicional, no común, de apartamentos, de comercio, en un territorio completamente taponado. En un radio donde no tenemos vías, ni manera de llegar”.
(Subrayo una obviedad para los vecinos: el daño intermitente de los semáforos del cruce transversal Inferior/El Campestre, sumado al embotellamiento habitual, les cumplió el sueño a los atracadores).
¿Acaso Planeación, la Curaduría y los empresarios se dan cuenta del daño que han provocado? ¿Quién responde por los “errores de cálculo” de Fonvalmed? ¿Duplicar el avalúo catastral de propiedades, asfixiar económicamente a la ciudadanía, para arruinar su calidad de vida? ¿Y el POT? ¿Dónde quedan las vías de concertación con la ciudadanía y el respeto a la norma?
Explica el exdirector de Planeación, Jorge Pérez Jaramillo (vía Twitter): “Modelo de urbanización y el resultado son lo mismo: San Lucas, Belén, Loma de los Bernal y luego San Antonio de Prado, Bello, La Estrella... y la ‘joya de la corona’ es Sabaneta. Se ha consolidado una urbanización mediocre, caótica, insostenible. Lo contrario a la #CiudadCompacta”.
Esto es más que una denuncia de congestión vehicular (lección para los carrodependientes y las autoridades de transporte público), también se trata del miedo a revivir la tragedia del edificio Space.
Si esto sucede impunemente en el “barrio de los ricos”, visible ante la prensa y quienes toman decisiones de ciudad, ¿cómo será la situación en los sectores marginados?
Al cierre de esta columna, Fonvalmed reporta un “recaudo por contribución de valorización” de $ 507.618.201.955