Según el Evangelio de Lucas (1, 39-45), lo primero que hizo María después de haber sabido que su prima Isabel llevaba seis meses de embarazo, fue ir a acompañarla, teniendo en cuenta además que, como ya era de edad avanzada, probablemente no podía ser asistida por la abuela del bebé que iba a nacer, como suele suceder en las familias. De esta forma, la que se acababa de reconocer a sí misma como servidora del Señor puso inmediatamente en práctica lo que había dicho, mostrando con su modo de obrar que servir a Dios es ponerse al servicio del prójimo, especialmente del necesitado. María debió recorrer unos 150 kilómetros desde Nazaret, en Galilea, hasta una pequeña población de Judea llamada Aim-Karim, situada en la montaña a unos tres kilómetros...