“Los olores, en vez de disminuir han aumentado”, dijo hace doce días Alexander Álvarez, líder de la comunidad que lleva más de año y medio soportando los malos olores que produce la PTAR Aguas Claras, en Bello. Y aunque un inspector había ordenado su cierre, parece que este no se ha efectuado. Un comunicado oficial de EPM, del 4 de junio, asegura que tras una reunión entre el inspector, la comunidad, el AMVA, el Concejo de Bello, EPM y Aguas Nacionales se logró una concertación que, finalmente, suspende la medida temporal de cierre de operación fijada para el 5 de junio. Sin embargo, varios medios periodísticos informaron que un juez de Medellín impidió el cierre de la planta, tras de una acción de tutela interpuesta por EPM.
Dos turbosopladores (aparatos que dispersan aire para que las bacterias que se alimentan de los elementos contaminantes puedan cumplir su papel), eran parte del problema, pero ya estaban arreglados para el 4 de marzo, según informó para EL COLOMBIANO, León Yepes, gerente de Aguas residuales de la entidad.
Claro que es un daño gravísimo el que se genera al pobre río Aburrá si la planta deja de funcionar. Pero es igualmente grave que las súper EPM lleven 18 meses sin poder estabilizar la planta, después de ponerla a funcionar parcialmente en noviembre de 2018, generando semejante perjuicio a la comunidad. ¿Qué es lo que está pasando?
En marzo de 2020, Yepes admitió que la planta solo había estado operando con dos turbosopladores: “La planta tiene cinco turbosopladores, cuatro para funcionar y uno de reserva para eventuales fallas, pero tres estaban fallando, entonces solo venía operando con dos”. O sea que a escasos nueve meses de la inauguración oficial (en junio de 2019) la planta, “una de las más modernas de América Latina por la avanzada tecnología que emplea y la más grande de su tipo en Colombia”, ya tenía tres, de cinco, turbosopladores malos...
Una planta que genera olores asquerosos en el medio ambiente (aunque, “no son perjudiciales para la salud”, dice EPM; pero, ¿qué pasará cuando se tiene que comer todos los días acompañado de un reconcentrado y nauseabundo olor a caca en toda la casa?) tiene enloquecidos a los vecinos, a pesar de que su costo fue de $1,6 billones, tuvo sobrecostos por más de $70.000 millones y cinco años de demoras en su construcción (El Tiempo, 01/03/2020) n