Cuando quieran, pueden llamarme a testificar: yo sé quién patrocinó la reciente fuga del “Chapo” Guzmán, el narcotraficante mexicano.
La fuga de Guzmán se patrocinó de la misma manera en que se financió, veintitrés años atrás, la del narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
La millonada con la que el “Chapo” y Escobar compraron la complicidad de las autoridades y encontraron milagrosos boquetes de salida en sus respectivas cárceles, salió de la misma cuenta.
Tengo unos informantes confiables. Todos ellos coinciden en que los túneles por donde escapan los narcotraficantes son financiados por los países consumidores con su política prohibicionista. Gracias a esa política obtusa surgen -y se enriquecen- gánsteres como Guzmán y Escobar.
Mi primer...