Cargando un pequeño cofre de madera adornado con un ramo de orquídeas, Santiago Restrepo desfiló, en silencio, hacia la nave central de la catedral Basílica Metropolitana, llevando las cenizas de su abuelo, del empresario Nicanor Restrepo Santamaría.
El cortejo fue acompañado por Matías, otro de los nietos del mecenas antioqueño; Clara Pérez, la esposa; los hijos Tomás y Camilo y las esposas de estos, Natalia Arbeláez y Patricia González.
En el recinto sagrado, el Divertimento en Re Mayor, de Mozart, interpretado por la Camarata Jaibaná, de la Universidad Eafit.
A la ceremonia, presidida por el obispo auxiliar de Medellín, monseñor Hugo Alberto Torres, también asistieron el presidente de la República, Juan Manuel Santos; el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo; el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, congresistas, dirigentes políticos y gremiales y empresarios.
En la homilía, monseñor Tobón dijo que murió un referente del país, un filántropo, que preparó las futuras generaciones de empresarios y que en todas las juntas directivas a las que perteneció dejó fijadas sus palabras, sus pensamientos y sus consejos .
“Su vida nos invita a constituirnos en restauradores de la sociedad colombiana que espera y busca una paz cierta con justicia, con equidad, con inclusión, que nos enseñó que el fin de la economía no es acumular riquezas sino producir para una mejor calidad de vida”, afirmó.
Al concluir la misa, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos manifestó que se acaba de despedir a un prudente consejero, a un empresario sin igual antes que nada, a un antioqueño y colombiano, que trabajó con amor por su país, por la justicia social y por la paz.
“Por eso hoy lloramos, lo recordamos y le rendimos el tributo que merece uno de los mejores hijos de la patria. Nicanor fue el empresario modelo de Colombia y desde el Grupo Empresarial Antioqueño, que lideró 20 años, nos dio a todos una cátedra de qué significa ser empresario cuando se tiene un alto sentido de responsabilidad social.