“El riesgo de que se liquide Wom es un tema latente”. Fue una frase del ministro de las Tic, Mauricio Lizcano, que resume muy bien el panorama de la compañía de telecomunicaciones, que está en pleno proceso de restructuración y hoy, según el jefe de cartera, tiene puesto un letrero de “se vende”.
“Los accionistas actuales ya tomaron la decisión de no invertir más. Ellos lo que están buscando es vender la empresa y encontrar nuevos accionistas que reinviertan, sobre ese proceso estamos trabajando en este momento”, confirmó Lizcano.
El ministro agregó que desde el Gobierno se ha hecho todo lo posible para salvar la compañía. Y descartó cualquier desembolsó de recursos para ayudarle al privado.
Agregó que ya hay compañías interesadas en la compra, pero insistió en que era un tema de privados y no podía revelar nombres. La noticia la confirmó en medio del congreso de Andicom que se celebra en Cartagena.
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El panorama
Con esto crecen las posibilidades que cambios ocurran en el mercado de las telecomunicaciones. Algunos ya se están cocinando y podrían incidir mucho en el futuro de algunos competidores.
La cuestión es que la novela de Wom ha estado más larga de lo esperado. Ya son casi cuatro meses desde que la Superintendencia de Sociedades reveló que la empresa de telecomunicaciones había sido aceptada formalmente en un proceso de reestructuración para llegar a un acuerdo con sus acreedores.
En palabras sencillas, el operador no estaba teniendo el flujo de caja suficiente para atender su deuda y, es un hecho, que los ingresos y las utilidades son el pulmón de cualquier negocio.
Es de recordar que la compañía llegó al país luego de obtener una licencia de arrendamiento del espectro en la subasta del espectro de 2019 y de la adquisición de Avantel. Hoy, la empresa no ha logrado alcanzar sus objetivos financieros.
Los problemas de la compañía son tales que a final del mes pasado la emisora La W dio a conocer una denuncia de pequeños y medianos empresarios que aseguran que dicho operador les debe cerca de $11.000 millones. La cuestión es que esas compañías indicaron que por falta de esos recursos están “a punto de quebrar”.
Lo que se conoce es que está empresa requeriría una suma cercana a los $400.000 millones para sostener sus operaciones y seguir atendiendo su demanda, según cuentas del superintendente de Sociedades, Billy Escobar.
Ya había pasado
A la compleja situación hay que sumarle que Wom no cuenta con antecedentes que ayuden. Basta con ver su historial en Chile, en donde la empresa a su vez enfrentó dificultades que la obligaron a acogerse a la ley de quiebras en ese país. La cuestión fue que en medio de ese proceso los accionistas se comprometieron a capitalizar la empresa, pero esa apuesto se quedó en una promesa incumplida.
Así lo reveló el exdirector de Wom en Chile, Chris Bannister, quien anunció su retiro tras confirmar que los accionistas no honraron su palabra. Lo último que se sabe de la empresa en Chile es que América Móvil (Claro) y Telefónica (Movistar) suscribieron el pasado lunes 2 de septiembre un acuerdo no vinculante que considera la posibilidad de participar conjuntamente en la venta de activos de esa compañía.
Ese panorama en Chile, se estaría repitiendo en Colombia, donde cuentan con más de 6 millones de clientes, que quedarían a la deriva si los accionistas no aportan el dinero necesario para salvar a la empresa y, por ende, termine por liquidarse en Colombia.
En ese caso, Mauricio Lizcano, dijo que se perderían una gran cantidad de empleos y parte de la competencia del mercado. Explicó que se abriría una convocatoria pública mundial con condiciones favorables para que lleguen nuevos operadores al mercado y sus clientes pasarían a otros operadores.
Dura competencia
Además de todo ese panorama, hay otro posible cambio que dificulta el tablero de ajedrez de Wom en el mercado, claro, en caso de que logre recuperarse. Y es que un gigante europeo de las telecomunicaciones tiene sus ojos y su gruesa chequera puesta en Colombia.
Se trata de Millicom, que tienen cerca del 49% de participación en Tigo y quiere comprarle la participación mayor a Epm. Además, la empresa puso sobre la mesa 400 millones de dólares en efectivo para hacerse con la participación de Telefónica en Coltel (Telefónica Colombia), dueños de Movistar. Esa participación es equivalente al 67,49%. Y su intención es comprar las participaciones restantes, que son de dominio de la Nación colombiana y equivalen a 32,49%. El Ministerio de Hacienda no descartó el negocio y advirtió que lo estudiará.
Lizcano sostuvo que Movistar, Tigo y Wom han perdido plata. Sostuvo que es positivo que haya un segundo operador fuerte en Colombia, y un tercero más pequeño que se proteja con regulaciones.
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