La inflación en Argentina está golpeando duro las finanzas de los venezolanos que viven en Argentina. Con este índice que ya está en el 100% y que elevó el costos de los arriendos de vivienda, así como el precio de los alimentos, y que está afectando la calidad de vida, está llevando a que miles de ciudadanos del vecino país estén buscando destino en otras naciones de la región.
Según datos oficiales, en febrero la inflación en Argentina subió 6,6%, y en la medición interanual superó la barrera del 100% y se ubicó en 102,5%. Los ciudadanos, locales y extranjeros están perdiendo poder adquisitivo cada día.
Ese es el caso de Dayana Villora, ciudadana venezolana y que recientemente llegó a Estados Unidos procedente de Buenos Aires. La caraqueña relató a la agencia Bloomberg que salió de su país por la inseguridad y la crisis económica, y que se estableció en Buenos Aires, ciudad en la que se dedicó a desarrollar su emprendimiento gastronómico, actividad que le permitió costearse todos los gastos.
Sin embargo, con el aumento de la inflación su panorama cambió, y a la par de no poderse costear una vivienda con las condiciones mínimas de calidad y seguridad, su emprendimiento se vino a pique. Así, y sin más opción que tomar se fue para Estados Unidos, país en dónde vive gran parte de su familia.
Como Dayana, hay un centenar de casos de ciudadanos venezolanos que han salido de Argentina hacia otros países del continente como Brasil, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, México y Canadá.
Esta situación se ha ido agudizando en los últimos meses, Argentina junto a todas las naciones del mundo viene experimentado un incremento en los precios producto de los desórdenes macroeconómicos de la postpandemia y a la guerra en Ucrania, pero en el país del sur se siente mucho más. Mientras en Colombia la inflación anual supera ligeramente el 13%, en Argentina es del 100%. En solo un año los precios se han duplicado.
Entonces el gobierno trata de alcanzarla y ha incrementando el salario, ya no anualmente sino cada cuatro meses, de modo que las familias no pierdan tanto la capacidad adquisitiva.