Su portafolio de recipientes y accesorios para el hogar no ha contado con suerte últimamente en medio de un mercado cada vez más competido, y ante el incumplimiento de sus obligaciones financieras ahora busca acoger un plan para reestructurarlas.
Es así como se someterá al Capítulo 11, que es la ley de quiebras de Estados Unidos por la que han pasado grandes empresas para salvarse.
Encuentre: Ecopetrol suspende suministro de gas vehicular a 13 distribuidoras ante contingencia energética
Según Bloomberg, “los preparativos para la quiebra se producen después de prolongadas negociaciones entre Tupperware y sus prestamistas sobre cómo gestionar más de US$700 millones de deuda”.
Medios locales aseguran que la compañía lleva años planeando salidas a su situación financiera, incluso poniendo sobre la mesa el cierre de la planta en Estados Unidos y el despido de 150 personas.
“Durante los últimos años, la posición financiera de la compañía se ha visto impactada por un entorno macroeconómico retador. Como resultado, hemos explorado numerosas opciones estratégicas y decidimos que este es el mejor camino a seguir”, dijo en un comunicado Laure Ann Goldman, presidente y CEO de Tupperware.
Tras conocerse la noticia, esta semana la acción cayó hasta un 60%, en medio de las dudas del mercado sobre su supervivencia.