La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, conocida por administrar la denominada Lista Clinton, emitió una licencia de seis meses que “autoriza temporalmente transacciones relacionadas con el sector de petróleo y gas en Venezuela” y que solo se renovará si Caracas cumple con sus compromisos.
Esto en medio de las negociaciones que el régimen de Nicolás Maduro mantiene con la oposición, con miras a unas elecciones que se celebrarían el próximo año.
Es de recordar que el embargo petrolero estaba vigente desde abril de 2019 y limitaba la comercialización no solo a Estados Unidos, sino a cualquier país que quisiera tener negocios con los gringos. Y al ser el crudo el principal producto de Venezuela, con estas sanciones se redujeron sustancialmente los ingresos del vecino país.
De hecho, el Producto Interno Bruto (PIB) venezolano se precipitó 80% en los últimos 10 años. Es decir ahora Venezuela apenas produce el 20% de la riqueza producía en 2013.
“El objetivo último de nuestras sanciones es provocar un cambio positivo en el comportamiento. En lo que respecta a Venezuela, Estados Unidos ha aprovechado las sanciones para incentivar a las partes a adoptar medidas concretas para restaurar el orden democrático en el país. Ahora estamos emitiendo autorizaciones temporales y limitadas principalmente en el sector del petróleo y el gas en respuesta a los cambios positivos anunciados ayer”, dijo una fuente del Gobierno estadounidense citada por El País de España.
Además, la Ofac otorgó una segunda licencia que autoriza transacciones con Minerven, la empresa minera de oro estatal venezolana, para, según el Tesoro, “reducir el comercio de oro en el mercado negro”.
Así mismo, se modificaron dos licencias “para eliminar la prohibición de negociación secundaria” de ciertos bonos de la petrolera estatal venezolana PDVSA, pero sigue estando prohibido negociar en el mercado primario.
La condición es clara: Maduro tiene que cumplir con sus compromisos. “El Tesoro está preparado para modificar o revocar las autorizaciones en cualquier momento, si los representantes de Maduro no cumplen con sus compromisos”, expresó en un comunicado el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian E. Nelson. “Estamos con el pueblo venezolano y apoyamos la democracia venezolana”, añadió.
Las implicaciones
Venezuela podrá ahora cobrar petrodólares “sin usar el mercado negro”, explicó a la AFP Francisco Monaldi, especialista del Instituto Baker. “Esto puede significar un incremento muy importante de los ingresos para el gobierno” de Maduro, que busca la reelección.
El experto no obstante aclaró que el impacto se limita por la poca capacidad que tiene el país para aumentar su producción, que no llega a 800.000 barriles diarios, una cifra similar a la que produce actualmente Colombia.
Francisco Rodríguez, economista especializado en petróleo, señaló que “no es fácil” el regreso de Venezuela al mercado estadounidense, pues los acreedores en ese país podrían intentar embargar sus exportaciones.
La flexibilización, coinciden analistas, tiene que ver también con el contexto de presión sobre el crudo debido a las tensiones en Oriente Medio, tanto en los países productores como en las rutas de suministro (Canal de Suez y Golfo Pérsico).
La situación ya era tensa por la guerra de Ucrania, y había generado contactos entre Maduro y Washington. Por eso ayer en la mañana caían los precios del petróleo que venían aumentando sustancialmente desde que se intensificó el conflicto en Gaza.
Los inversores miran con el otro ojo al conflicto en curso entre Israel y Hamás, tras la ofensiva sorpresa que los islamistas lanzaron el 7 de octubre en suelo israelí, y que desencadenó una contienda con miles de muertos.
“La situación sigue siendo crítica, y se mantiene la amenaza de que Oriente Medio se vea implicado en un conflicto más amplio, un escenario que podría perturbar el suministro mundial de crudo”, apuntó Ricardo Evangelista, analista de ActivTrades.
La víspera, los precios habían subido a raíz de unos comentarios del canciller iraní, Hossein Amir-Abdollahian, que animaba a los países de mayoría musulmana a boicotear a Israel suspendiendo sus entregas de crudo.
Tan pronto se levantaron las sanciones, PVDSA empezó a buscar a sus antiguos socios, para ampliar sus ventas en efectivo a refinadores globales.
