Dos nuevos codirectores llegarán a la junta directiva del ente más importante para la estabilidad económica del país: el Banco de la República. Se trata de Laura Moisá y César Giraldo, dos nombres con un respetable recorrido en el mundo académico. Aunque críticos del Gobierno encendieron las alarmas vaticinando un peligro en la independencia del emisor, analistas desestimaron esa situación, pero advirtieron que sí se vendría una desescalada más rápida en las tasas de interés.
El anuncio lo hizo el propio presidente Gustavo Petro. La noticia no cayó bien en la oposición y sus simpatizantes, que desde un principio encendieron las alarmas por una supuesta pérdida en la independencia del emisor, algo preocupante si se tiene en cuenta que es el principal actor en la política monetaria del país: manejo de tasas de interés, emisión de dinero, administración de las reservas nacionales.
Es comprensible la inquietud de algunos sectores. Esto porque la junta está conformada por siete miembros con voz y voto. La cuestión es que el Gobierno ya tiene dos votos afines: el del ministro de Hacienda, Diego Guevara; y el de la codirectora Olga Lucía Acosta, pero sumaría otros dos con la llegada de los recién designados miembros para un total de cuatro votos.
Más allá de esa conjetura, gremios y analistas consultados por EL COLOMBIANO creen que la independencia del emisor no está en riesgo porque la situación es más compleja de lo que parece en la toma de decisiones.
Uno de los principales argumentos lo esgrimió un exministro de Hacienda que ocupó ese espacio, José Manuel Restrepo. El hoy rector de la Universidad EIA manifestó que los nombramientos del presidente son respetables porque obedecen a un ejercicio democrático de renovación que ordena la Constitución Política.
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Por otro lado, dijo que Moisá y Giraldo son personas con gran preparación y de renombre en el mundo académico y económico por sus investigaciones y aportes.
“Yo no creo que se rompa la independencia, el modelo actual cuenta con unos mecanismos que hacen muy difícil tomar decisiones que vayan en contravía del cuidado que se debe tener en el poder adquisitivo de la moneda, entonces hay decisiones que requieren unanimidades, cosa que no se va a lograr para las decisiones más importantes”, anotó.
Esa premisa es respaldada por José Ignacio López, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), quien agregó que los dos nombramientos fueron para personas técnicas. Explicó que, pese a la suspicacia por las mayorías para el Gobierno, la realidad es que en la junta se dan discusiones más complejas y técnicas, que van más allá de un simple cálculo de votos.
Las tasas bajarán más rápido
Si bien, de manera generalizada, los analistas creen que no hay peligro en la independencia, sí avizoran una desescalada en las tasas de política monetaria. Para dar claridad, en 2022 el Banco comenzó a subir esta tasa de intervención ante la escalada de la inflación en Colombia por el freno de la economía en pandemia.
Y es que las altas tasas ayudan a disminuir la demanda agregada o consumo, lo que a su vez puede reducir la presión inflacionaria. Eso explica por qué las tasas pasaron de 4% en enero de 2022 a 13,25% en junio de 2023. En parte, ese control incidió en que la variación de precios pasara de 13,25% (enero de 2023) a un 5,2% (diciembre de 2024).
La cuestión es que las tasas no han bajado tan rápido como la inflación. La junta directiva del emisor ha sido cautelosa en la política monetaria y las tasas siguen en 9,5%, pese al constante reclamo del Gobierno Nacional y el gremio bancario de mayor agresividad en la caída de la intervención. Eso porque, como se mencionó antes, el alto interés afecta el consumo y, por ende, el poder adquisitivo y crecimiento de la economía.
Con ello de fondo, los analistas contaron que Moisá y Giraldo son economistas afines a la escuela heterodoxa, por lo que se podría pensar que estarán de acuerdo con una disminución más enérgica en las tasas.
El presidente de Anif agregó que “sobre todo al comienzo de la gestión se alinearán con el ministro Diego Guevara, que buscaría un ritmo de descenso en las tasas de 75 puntos básicos, y no de 25, pero faltará ver cómo votarán los demás”.
Además, los consultados por esta redacción insistieron en que la junta es rigurosa en tener en cuenta factores de riesgo externos y locales en sus decisiones. En ese orden, Julio Romero, economista jefe de Corficolombiana, indicó que las tasas de interés en Estados Unidos van a permanecer estables durante los próximos meses y una reducción excesiva de las tasas en Colombia presionaría la tasa de cambio. Si eso ocurre, habría riesgos de aumentar la inflación. “Además, la situación fiscal del país sigue siendo delicada y requiere prudencia en las decisiones de política monetaria”, anotó el conocedor de la economía.
Por otro lado, está el gremio empresarial, que también se ha inclinado por una mayor reducción en los intereses crediticios. Y no es para menos, sectores como el automotor y la construcción han sido fuertemente tocados por las altas tasas. Nicolás Posada, presidente del Intergremial de Antioquia, no tiene dudas de que con la llegada de los nuevos codirectores se implementará en el corto plazo una mayor caída en la intervención. “Se necesitan para dar un estímulo a la economía, pero siempre haciendo un riguroso control a la inflación”, apuntó.
¿Imprimir billetes?
Otro temor que revivió es la idea de Gustavo Petro de una emisión de nuevos billetes en el Banco. La última vez que el presidente mencionó esa propuesta fue en agosto pasado. Y lo hizo como una solución para reparar a las víctimas de la violencia. El presidente explicó que el cupo de emisión anual que realiza el Banrep debería dirigirse en efectivo o bonos a la reparación de estas víctimas.
No obstante, los analistas fueron claros en que esta idea de Petro no se podría materializar porque una emisión de moneda solo puede aprobarse por unanimidad en la junta directiva del Banco, por lo que no es suficiente tener mayorías.
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