De esta manera, se contempló que la inflación anual en mayo se mantuvo inalterada en 7,2%, mientras la inflación anual de alimentos superó lo previsto al aumentar de 3% a 4,4%, y la de sin alimentos se redujo de 6,4% a 6,1%.
De acuerdo con Villar, la decisión de bajar la tasa de intervención se dio, principalmente, porque “el proceso de inflación está avanzando en la dirección hacia la meta”, que es llegar a un 3% para el primer semestre de 2025.
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Agregó que la encuesta de analistas económicos, realizada en junio por el Banco de la República, mostró un descenso de 4,6% a 4,3% de la expectativa de inflación a un año. “Las expectativas de inflación, obtenidas del mercado de deuda pública, permanecieron relativamente estables, y si bien apuntan a una trayectoria descendente en el tiempo, están por encima de la meta hacia finales de 2025”.
También se tuvo en cuenta el crecimiento del 0,9% que tuvo el Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre, que superó las estimaciones del equipo técnico del Banrep, de 0,3%.
El directivo señaló que las primas de riesgo para el país y la tasa de cambio del peso frente al dólar se han incrementado en un contexto en el que las condiciones financieras internacionales permanecen restrictivas. Sin embargo, dijo, los indicadores para el segundo trimestre sugieren que la economía colombiana habría continuado su trayectoria de recuperación.