En el anuncio del dato de inflación para el mes de agosto, la directora (e) del Dane, Julieth Solano, advirtió que el costo de la energía eléctrica en la variación anual al cierre de agosto presentó un repunte del 25.9%.
Así mismo subrayó que las ciudades del país con las mayores variaciones fueron en su orden: Santa Marta con el 49.9%, Riohacha 47.1%, Barranquilla 44.4%, Sincelejo 40.7%, Valledupar y Montería con el 40.4 %.
Los registros llaman la atención ya que todas las ciudades citadas son las capitales de los departamentos de la costa Caribe. Así mismo, que en comparación con los incrementos que se han presentado en servicios públicos en el acumulado del años, es ocho veces más al aumento en el gas natural (3,21%), y dos veces el de acueducto y alcantarillado (12.59%).
Si bien las tarifas de la energía están atadas al índice de precios al productor (IPP), que es el indicador que detalla cuánto debe pagar una compañía eléctrica para generar energía, transmitirla y comercializarla para que sea consumida por el usuario final, no ha valido la explicación para alcaldes y gobernadores en los siete departamentos de la costa Caribe quienes no ocultan su malestar por el aumento desbordado de los precios.
De acuerdo al alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, quien lidera el debate sobre el alza en las tarifas de energía en la costa y que convocó a una gran marcha popular en la región si esta situación no se normaliza, advierte que los costos por el servicio de electricidad en la costa Caribe ha subido casi un 79% en los últimos 12 meses.
Además reiteró que, “la cura salió peor que la enfermedad”, al referirse a que si ya no está Electricaribe, la situación de hoy (con una operación dividida en dos mercados y dos compañías) no dista mucho en los niveles bajos de calidad cuando la tarea estuvo en manos del grupo español Gas Natural.
“Lo que queremos es que se integren todos los actores de la cadena, porque no puede solo el distribuidor y el comercializador tener las cargas de las pérdidas técnicas y no técnicas”, afirmó.
Y como fórmula para amortiguar el incremento desbordado de las tarifas de energía en la costa Caribe, Pumarejo propone crear un fondo de estabilización de precios para el Caribe (FEPC) para contrarrestar los $8 billones que deben invertirse en los próximos cuatro o cinco años para poner al día la infraestructura eléctrica de la región.
“Tenemos que llegar más allá y en el Congreso de la República ya se están estudiando fórmulas, porque lo hablamos en la bancada caribe. Debe haber una inversión del Estado, debemos poder normalizar el Caribe”, finalizó.
Cabe recordar que desde la toma de operación por parte de las empresas Afinia (filial de EPM) y Air-e (filial de Enerpereira), muy poco se ha avanzado en el tema de disminuir los niveles en las conexiones fraudulentas, sin embargo el índice de impagos se ha reducido, y ambas compañías siguen en su tarea de modernizar la infraestructura de transmisión, la cual en gran parte es de la que se construyó cuando la operación estaba bajo el control de las electrificadoras departamentales en los años 60, 70 y 90 del siglo pasado.