Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, negó enfáticamente conocer a Serafino Iacono, el polémico empresario ítalo-venezolano ligado al negocio de los hidrocarburos que terminó convertido en accionista de Aris Minning (antes Gran Colombian Gold) y que tendría el 72% de un bloque petrolero por el que habría un interés de Hocol, filial de la petrolera colombiana.
Una vez se filtró que Roa le compró un lujoso apartamento en Bogotá —y que dos directivos de la Ecopetrol también estaban en el máximo órgano de Iris Minning— el presidente la petrolera estatal ha estado bajo la lupa por su supuesta cercanía con Iacono y su presunto conflicto de interés.
Específicamente, el bloque petrolero en el centro del rompecabezas es Sinú 9, ubicado en Córdoba. Sin embargo, en declaraciones entregadas a W Radio, Roa dijo que “en la revisión exhaustiva que se hizo justamente para ver si había una posibilidad de negocio, no hay ningún negocio que hoy esté realizando Ecopetrol— o sus filiales— con empresa alguna relacionada con el señor Iacono”.
“Segundo, de haberla y de mediar algún intento de negocio, hay un código de ética muy claro en Ecopetrol que hace que las personas se declaren en conflicto. En este caso, tanto la doctora Mónica de Greiff como el doctor Gonzalo Hernández han declarado ese eventual conflicto, de existir, porque hoy en la revisión interna que se hace no existe”, añadió el presidente de Ecopetrol.
Frente al interés de Hocol por el bloque petrolero Sinú 9, aseguró que “hay un acuerdo para intercambiar información de manera confidencial que se celebro antes de mi llegada y en el que yo no tuve nada que ver. A raíz de esto, ya manifesté que ante cualquier evento de una vinculación comercial me declararía impedido de saber, conocer y decidir sobre el tema”.
Al consultarle si él conoce directamente a Serafino Iacono, comentó que “esto es una coincidencia en el tiempo, yo cuando empecé a negociar el apartamento por allá en septiembre del año 2022, no sabía si iba a ser presidente de Ecopetrol, yo estaba medio planillado para ser presidente de ISA”.
“Cuando hago la compra —agregó— no tengo contacto ni tenía información de que el señor Serafino fuera el dueño, toda la negociación la hice con la persona que tenía la representación, de modo que yo nunca supe”.
Roa sostuvo que solo se ha cruzado tres veces con Iacono: “una en un evento en Cartagena, otra en su casa que nos invitó a pasar un domingo y ya después coincide que nos invitan a la celebración del cumpleaños de su esposa, esas fueron las tres veces”.
Sobre Iacono, se sabe que no tiene afiliación política a la hora de hacer negocios, siempre y cuando resulte favorecido. Es recordado por el caso de Pacific Rubiales, compañía en la que tenía participación y, en determinado momento, la empresa llegó a un situación financiera insostenible, arrojando pérdidas por US$900.000 millones.
Iacono llegó a un arreglo con el fondo de inversión Catalyst Capital Group, que asumió la reestructuración de la empresa a cambio del 100% de las nuevas acciones. Pero dicha transacción resultó en una gran pérdida para los inversionistas minoritarios que le habían creído en él.
El Ítalo-venezolano tenía una participación mayoritaria en Gran Colombia Gold, que al ser absorbida por Aris Mining terminó convertida en una cuota de 1,48% de la multinacional y un asiento en la junta directiva de la misma, en donde también están Mónica de Greiff y Gonzalo Hernández, quienes, según Roa, no tendrían conflicto de interés.