Para el ministro de Hacienda, Diego Guevara, Colombia se mantuvo dentro de los límites de déficit establecidos por la Regla Fiscal durante 2024. Sin embargo, consideró que este mecanismo tiene elementos que deben ajustarse, como las metas de duda y la exclusión de las vigencias futuras.
Así lo dijo en una entrevista con Bloomberg Línea, donde explicó que “la regla fiscal es una ley de la República y la cumplimos. Ese es el punto de partida. Eso no quiere decir que el mundo y que incluso nosotros también como país no tengamos una reflexión de los ajustes que van requiriendo las reglas en el tiempo”.
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Para el funcionario, se debe revisar “técnicamente temas como el ancla de deuda, y si rubros de inversión como vigencias futuras se pueden excluir de la Regla Fiscal”.
Recalcó que esta es una reflexión importante y teórica que muy seguramente en los próximos años se tendrá, “no sé si en este gobierno, pero seguramente existirán esos proyectos de ley”.
Señaló que las metas de deuda fueron construidas en un momento justo después de la pandemia, “con un régimen de transición de la Regla que incluso este Gobierno quiso adelantar”.
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Las implicaciones sobre la flexibilización de la Regla Fiscal
La Regla Fiscal, que fue establecida por la Ley 1473 del 2011, bajo el mandato del entonces presidente Juan Manuel Santos, es un mecanismo que funciona como un límite de gasto para el Gobierno Nacional, con mira a garantizar la sostenibilidad de largo plazo de las finanzas públicas.
Desde la óptica del exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, lo que pide el actual ministro de Hacienda es, en otras palabras, “relajar” la Regla Fiscal. Esto, consideró, no sería de buen recibo ni entre las calificadoras de riesgo, ni entre los inversionistas nacionales e internacionales.
Sobre excluir las vigencias futuras de este mecanismo, opinó que son gastos o inversión programada “que no tiene ningún sentido retirar, porque eso en el fondo significa aumentar el déficit fiscal y con ello también la deuda pública. Son gastos, en este caso de inversión pública, que tienen un propósito en particular: son una garantía para determinados sectores de la economía”.
Agregó que modificar las metas de deuda pública, con respecto al PIB, también es “desacertado”.
“Los rangos de meta que se establecieron fueron bastante amplios, y además son absolutamente conscientes de eventuales coyunturas negativas para la economía. Me parece que modificar eso es inconveniente”, concluyó Restrepo.
Por su parte, para Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, cualquier cambio metodológico que implique un incumplimiento de la Regla Fiscal “generaría una pérdida de credibilidad, aumentando el costo de financiamiento para la Nación, reduciendo el crecimiento económico y subiendo el precio del dólar. Es decir, se profundizaría la fragilidad fiscal”.
Ahora, sobre la flexibilización que proponía, por ejemplo, la Ley de Financiamiento, incluyendo el componente verde que ampliaba el espacio de endeudamiento, los investigadores económicos de Corficolombiana consideraron que esto debilitaría la credibilidad en la responsabilidad fiscal y presionaría al alza la prima de riesgo país.
Asimismo, enfatizaron en que la situación fiscal del país constituye uno de los mayores desafíos para la economía, pues en 2024 la caída en el recaudo tributario, que cerró en $267 billones, con una caída de 4,3% anual, obligó al gobierno a ajustar varias veces su presupuesto para cumplir con la regla fiscal.
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“Hasta ahora, el recorte al Presupuesto General de la Nación (PGN) es de $35,7 billones. Sin embargo, se estima que se requiere un ajuste adicional de $21 billones, que podría lograrse mediante subejecución, lo que elevaría el total del ajuste a $56,7 billones”, indicaron.