La relación entre el presidente Gustavo Petro y los empresarios se ha desgastado mientras avanzan las reformas que el mandatario quiere sacar adelante en el Congreso (pensional, laboral y la salud).
Con una economía al borde de una caída, se hace más urgente un acuerdo entre las partes para estimular la inversión de los privados y evitar que la generación de riqueza se contraiga en la segunda mitad del año, algo que derivaría en una mayor tasa de desempleo.
Pero, ¿quién podría ser el intermediario para que las declaraciones amigables, y los encuentros en la Casa de Nariño, se traduzcan en acciones? Esa es la pregunta del millón.
Los candidatos
Hay que mencionar que Petro tiene un asesor para asuntos empresariales. Su nombre es Juan Fernández y su trayectoria como profesional se ha desarrollado en el periodismo de negocios.
¿Sería él en principio el llamado a acercarlos? Hay mucho hermetismo frente al tema, pero un experto con experiencia en el sector público indicó que “al final un asesor es como aquellos consejeros que rodeaban a los reyes; pueden ser ignorados por más buenas que sean sus intenciones. Además, desde afuera es muy difícil saber qué tanto peso tiene ese funcionario para el señor presidente”.
“Por otro lado, no se sabe qué tan dispuesto esté el presidente a escuchar y un síntoma preocupante es que en poco más de un año en la Presidencia ha nombrado a 29 ministros en los 18 ministerios, eso habla de una alta rotación en su equipo y públicamente se sabe que, por ejemplo, con Alejandro Gaviria hubo diferencias por la reforma a la salud”, añadió.
¿Quién más podría mediar?
Este diario consultó a varios exministros de Hacienda sobre el perfil que debería tener el mediador entre las partes.
José Manuel Restrepo, actual rector de la Universidad EIA, señaló que ese intermediario podría encontrarse entre los ministros “más empresariales (de ahora o de antes). Por ejemplo, José Antonio Ocampo, Cecilia López, Germán Umaña o Ricardo Bonilla”.
Agregó que ese rol también debe tener participación de alguno de los gremios más representativos (Andi, Asobancaria, Acopi) y deben encontrarse en una comisión permanente que también incluya presencia de la academia.
La misma inquietud fue presentada a Juan Carlos Echeverry, quien contestó: “No soy quien para responder, pero la condición es que ambas partes respeten la seriedad de esa persona”.
En su caso, también pensó en el nombre de José Antonio Ocampo, “si es que mantiene buena relación con Petro”. Y también mencionó nombres como el de Jean Claude Bessudo, líder de lo que hoy se conoce como el Grupo Empresarial Aviatur; Carlos Cavelier, presidente de Alquería; Antonio Celia, presidente de Promigas; y Luis Alberto Moreno, quien presidió el Banco Interamericano de Desarrollo entre 2005 y 2020.
Por su parte, Mauricio Cárdenas afirmó que la mediación entre el gobierno y los empresarios “tiene que ser por el conducto regular e institucional” y, desde su punto de vista, los representantes naturales de los empresarios son los gremios.
En la más reciente reunión con el Consejo Gremial, el presidente Petro volvió a esbozar su política de reindustrialización, insistió en tener energía barata y en bajar las tasas de interés. Por ahora, pareciera que el Congreso sería el espacio en el que discutirán las partes si no se concilian las reformas y si son citados a responder ante un eventual deterioro de las condiciones económicas del país.