“Tendremos presupuesto por decreto y ahora tendremos el reto de ver que pasa con la ley de financiamiento (reforma tributaria)”, dijo José Eliécer Salazar, presidente de las comisiones económicas conjuntas, tras levantar la sesión.
El monto saldrá por $523 billones, en línea con el proyecto radicado por el Ejecutivo, pese a las advertencias de que está desfinanciado.
Así mismo lo confirmó el presidente Petro, al trinar que: “Se decreta el presupuesto que el gobierno inicialmente presentó al Congreso”.
Sería la primera vez, por lo menos en la historia reciente, que sale por decreto. De hecho, ante la insólita situación los congresistas y representantes del Gobierno tuvieron que asesorarse porque no sabían cómo proceder.
Sobre la polémica por la falta de recursos para la Registraduría en la vigencia de 2025, Bonilla dijo que son especulaciones y nadie se los ha quitado. De hecho, aseveró que no hubo modificaciones al presupuesto radicado.
Con la aprobación por decreto, se materializará una figura denominada “dictadura fiscal”, que según el propio Ministerio de Hacienda es “el evento en que el Congreso de la República no aprueba el proyecto de Presupuesto General de la Nación, para lo cual regiría el proyecto de Presupuesto presentado por el Gobierno”.
“Ese no es un término que surja ahorita, ni es porque lo vaya a hacer el presidente Petro, así se llama en la literatura fiscal, cuando no hay entendimiento, se puede decretar. Eso es indeseable, porque alarma a las calificadoras y a los inversionistas”, expresó en su momento la senadora Angélica Lozano.
Ahora los congresistas se concentrarán en el debate de la reforma tributaria, que busca $12 billones de los $523 billones del presupuesto.
Según algunos parlamentarios, esto será decisivo, porque de cómo salga la tributaria del Legislativo depende el monto del presupuesto, que podría modificarse una vez se liquide a principios del año que viene.