El alza en los precios del Gas Licuado de Petróleo (GLP) parece no tener techo al observar los casi ocho meses de incremento continuo, el cual totaliza a corte de agosto un 92 %.
El aumento en el valor de este tipo de hidrocarburo genera repercusiones negativas en los 12 millones de usuarios que actualmente emplean el butano y el propano en todo el país, es decir, 3,4 millones de familias.
El combustible ha sumado a su cotización $922 por kilogramo en lo corrido del año, por lo que entró a regir la última tarifa permitida por la regulación para el periodo comprendido entre el 15 de agosto y el 14 de septiembre.
Por ejemplo, al observar la tendencia de continuo crecimiento del precio del producto generado en Cusiana y Cupiagua, principales fuentes de suministro de GLP en Colombia, es posible anotar que solo en el último mes la cifra pasó de $1.577 a $1.873 por kilogramo.
Felipe Gómez Alzate, director ejecutivo de la Asociación Gremial Colombiana de Comercializadores de Gas LP, Agremgas, explicó que las razones principales del alza son el elevado nivel de precios del propano y el butano (índice de Montbelvieu) y la devaluación del peso (TRM), que impactan la fórmula tarifaria diseñada para el precio del GLP regulado.
Por su parte, Alejandro Martínez Villegas, presidente de la Asociación Colombiana del GLP (Gasnova), manifestó que la situación podría implicar que el sector incluya mayores importaciones en su oferta para atender la demanda interna del combustible.
Así, Vanessa Viola, vicepresidente senior para Latam de Argus Media (proveedor de referencias de precios de energía), aseguró que es importante entender la dinámica de mercado internacional, específicamente en Europa y Asia.
Y apuntó que “habrá un crecimiento de 3 % en 2022 en la producción, pero la transición energética contribuirá a la reducción de la demanda”.
El presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, dijo que la estatal representa 25 % de la cadena de valor del sector y que han aumentado la oferta de GLP en 6 % para Colombia.
En este sentido, los distribuidores se han visto abocados a no trasladar los precios al consumidor final y a reducir los márgenes operativos al mínimo, con mayores exigencias en caja.
Ante dicho escenario, el Ministerio de Minas y Energía explicó que trabajan con la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) para suavizar los picos que se observan en la volatilidad del precio para no ser trasladados por distribuidores y comercializadores al usuario.