La negociación del alza del precio del Acpm en Colombia está frenada. Mientras el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, anda por Londres, esta semana, sin citar de nuevo a las mesas técnicas con transportadores; gremios del sector de carga insisten por el ‘precio Colombia’ como una solución.
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Esta propuesta de los gremios de transporte de carga consiste en fijar el precio del Acpm en función del costo de producción nacional del petróleo, la tasa de cambio y la inflación.
Por lo tanto, el nuevo precio oscilaría entre $10.300 y $10.600. Hoy está en $9.619 en promedio, lo que significaría una alza de $681 a $981.
A pesar de estas pretensiones, los diálogos están congelados. Las partes solo llegaron a la mesa número 10, que se realizó a mediados de marzo, aunque desde el Gobierno dijeron que las reuniones han sido ocho.
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Y mientras el ministro Bonilla hace dos semanas confirmó que en mayo no habrá incrementos de precio, algunos sectores de transportadores de carga salieron a marchar en contra del Gobierno Petro por el alza de combustibles el pasado domingo.
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Esa tensión también ha estado mediada por la reciente alza del precio del Acpm, a mitad de abril, debido a factores técnicos, principalmente por al aumento del precio del biodiésel, que experimentó un aumento de $969 por galón.
Asimismo, desde hace un mes, la Cámara Intergremial del Transporte (Unidos), que agrupa a ACC, Aditt, ANT, Asotrans, CCT, Colfecar, Defencarga, Fedetranscarga y Fedevolco, denunció la falta de voluntad del Gobierno Petro para llegar a un acuerdo sobre la fórmula de precios del Acpm.
Además, esta fórmula plantea eliminar los impuestos de este combustible (como el IVA), tomar como base el ingreso al productor y el ingreso al productor de biodiésel.
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Lo cierto es que el Ejecutivo quiere subir el precio del Acpm de forma gradual, lo que podría costarle al país $10 billones en el Fecp a fin de este año.
Esto tiene como trasfondo el hueco fiscal del Acpm que cerró el 2023 en $16 billones, según cuentas de Minhacienda. Por lo tanto, el Gobierno Petro pretende disminuirlo en 37,5%.
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Otras voces al debate
Quienes se sumaron a la discusión son las micro y pequeñas empresas, asociadas en Acopi. Este gremio levantó la mano y expuso que respalda la propuesta del ‘precio Colombia’ para el Acpm, para que sea justo y competitivo.
Los argumentos de Acopi se basan en que el Acpm representa una porción considerable de los costos operativos en diversos sectores.
“Representa el 40,2% del costo de transporte de carga, y el 31% del transporte intermunicipales de pasajeros. Además, la volatilidad del precio del mercado global de referencia WTI impacta directamente en el precio del diésel en Colombia, lo que genera una inestabilidad adicional para las empresas”, detalló el gremio las micro, pequeñas y medianas empresas.
El espaldarazo de Acopi, para modificar el artículo 228 de la Ley 1819 de 2016, va en línea con establecer una regulación particular e implementar una nueva fórmula para calcular el precio del Acpm, que considere elementos como la autosuficiencia petrolera, los costos de producción, los márgenes de refinación y la remuneración de una rentabilidad adecuada.
“El objetivo es dejar de tener como referencia el precio WTI, con el fin de asegurar el abastecimiento, proteger a los consumidores y promover la competitividad económica del país”, informó Acopi.
A renglón seguido manifestaron preocupación por el impacto negativo que tendría un incremento unilateral en el precio del Acpm, en especial para los costos de producción y comercialización de las micro, pequeñas y medianas empresas.
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Hasta ahora se conoce que la brecha entre el precio interno e internacional de este combustible oscila entre $6.000 y $7.000, valores que ha tomado el Gobierno para ejecutar un posible ajuste.
Incluso, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, se atrevió a lanzar una cifra del incremento a principios de este año. A lo que los transportadores de carga no les sonó mucho el alza de $3.000.
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Transportadores, inconformes
En diálogo con EL COLOMBIANO, Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga, confirmó que las mesas todavía están suspendidas y están esperando la llamada del Ministerio de Hacienda, preocupados por la subida de costos del sector.
Tambián Colfecar le reiteró a esta redacción que desde la última mesa no han vuelto a tener diálogo con el Gobierno para encontrar una solución al precio.
“Después de las marchas, los transportadores nos hemos hecho sentir, estamos preocupados con el tema del Acpm, así como la situación económica de nuestro país. Se sabe que nosotros transportamos la economía del país y el desarrollo. Entonces, por ahora, no hemos recibido llamada de ellos. Otra cosa que nos preocupa muchísimo es la seguridad en las vías”, advirtió el dirigente gremial.
Hay que tener en cuenta que la posible subida del precio del diésel ha generado preocupación en el sector del transporte de carga, ya que podría impactar significativamente sus costos operativos. Los transportadores han expresado su rechazo a la medida, argumentando que afectaría negativamente el precio de los alimentos y otros productos básicos.
Por ejemplo, ayer el Dane reveló, en la entrega de resultados del Índice de Costos del Transporte de Carga por Carretera (Ictc), que en lo corrido del año, hasta marzo de 2024, en comparación con diciembre 2023, se registró variación de 3,43%.
Dentro del indicador, el grupo de insumos cayó en -0,32%, combustibles subió por el orden de 0,98% y partes, piezas, servicios de mantenimiento y reparación lo hizo al 1,96%, todos presentaron variación por debajo del promedio nacional.
Por otra parte, el grupo de costos fijos y peajes (6,46%) presentó la única variación por encima del promedio nacional.
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Efectos fiscales de no subir el diésel
Julio César Vera, presidente de la fundación Xua Energy, echó lápiz y papel sobre las cuentas fiscales, y aseguró que el efecto para las finanzas públicas es relevante, pues le significa al país por lo menos $1,2 billones por mes, si no se sube el precio.
“Además, esto genera presiones sobre la caja de Ecopetrol y sus necesidades de inversión, dado que le significa tener que financiar en un momento en que las tasas de interés están bastante altas y más con el aumento del riesgo país que se ha presentado en el último año”, alertó Vera.
Según el analista, no subir el precio del diésel es seguir beneficiando a ciertos sectores con un subsidio que no deberían recibir, en especial los vehículos de alta gama, por el gran diferencial entre el precio interno y el internacional.
“Lo ideal sería o que el país avance con el uso de tecnología en la focalización de dicho beneficio hacia los sectores que realmente lo necesitan o que se avance en forma definitiva en su eliminación, entendiendo que se tendrá que hacer gradualmente para minimizar los efectos inflacionarios de la medida”, recomendó Vera.
Trino polémico
Con este panorama de fondo, el presidente Petro intentó negar que el precio del Acpm en Colombia ha subido, así lo hizo saber en su cuenta de Twitter (ahora X), cuando le respondió este domingo a un video en el que el presidente de Fedetranscarga invitaba a los transportadores del país a participar en las protestas.
“¿Cómo sacar a camioneros a protestar si el gobierno no ha subido un peso el diésel?”, cuestionó el mandatario nacional.
Esta redacción realizó un chequeo de información a esta publicación y encontró que la afirmación del presidente es falsa porque el pasado 13 de abril, el Ministerio de Hacienda sí aumentó el precio del Acpm (diésel) en $97, y con esta alza el valor del galón quedó en un promedio de $9.619.
Para esa fecha, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) emitió una circular anunciando que aumentaba el precio del combustible al día siguiente, tanto para la gasolina como para el Acpm (diésel).
La Creg también explicó que este aumento no estaba relacionado con los incrementos que el Gobierno ha aplicado a la gasolina corriente para cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc).
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En cambio, se debió al aumento de los precios de los componentes utilizados para producir el combustible, por lo que era necesario ajustar el precio final.
Tras esta controversia, lo que se sabe hasta ahora es que Bonilla primero hará una revisión de los grandes consumidores de este combustible en el país, para que el desmonte de subsidios al actual precio del combustible no afecte a los sistemas masivos de transporte y los transportes de alimentos. Por eso, aún no se ha confirmado la fecha ni la magnitud del incremento.
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