11,7%
fue la tasa de desempleo en febrero, cifra mayor al 11,4% del mismo mes del año pasado.
2,97
millones de colombianos estaban desempleados en febrero, según el Dane.
Durante la última semana uno de los temas más socorridos por el presidente Gustavo Petro en su cuenta de X es sobre su participación en la marcha del próximo primero de mayo, Día del Trabajo.
“Le solicitaré este primero de mayo a los trabajadores y trabajadoras que me permitan hablar en su tribuna de la plaza de Bolívar. Iré como antes, caminando, espero que me acompañen en todo el país, será un caminar por la dignidad laboral”, anotó el mandatario el pasado sábado, 20 de abril, en vísperas de la multitudinaria marcha en contra de su gobierno, que fue apoyada por miles de personas en varias regiones del país.
“Este 1° de mayo que sea la gran caminata alegre de la gente que trabaja y estudia, que sueña y hace. En este 1° de mayo tampoco habrá gases, ni golpes, ni morirá nadie como sí sucedía antes”, se lee en otro de los mensajes de Petro.
Vale anotar, que en la celebración del Día del Trabajo del año pasado, la participación del presidente se materializó en un discurso de más de una hora, desde uno de los balcones de la Casa de Nariño, lo que en ese momento se consideró como el segundo balconazo, en referencia a la alocución del 14 de febrero de 2023, en la que presentó e hizo pedagogía sobre las políticas que su gobierno todavía quiere impulsar, como las reformas estructurales a los sistemas de pensiones, salud y el régimen laboral.
“1M (1° de mayo) en toda Colombia. Acompáñame a caminar por la Séptima en Bogotá”, reza otro de los textos.
Pero, más allá de si la participación del mandatario este año será desde el balcón o caminando con los trabajadores, el debate lo suscita la pertinencia o no de esa intervención, y las opiniones son diversas y ni siquiera entre las organizaciones sindicales hay un consenso.
Las miradas
Para la otrora ministra de Agricultura del gobierno Petro, Cecilia López, el mandatario no se debe subir a la tarima. “Me parece que ese es un espacio de los trabajadores, no del Gobierno por más afín que sea a ellos, lo que hace es quitarles el espacio natural para sus reivindicaciones. Tampoco está bien que el presidente use la marcha de los trabajadores como revancha a la movilización ciudadana del 21 de abril, en la que se manifestó la inconformidad con su gobierno”, anotó la exfuncionaria.
Una percepción similar tiene el exministro Juan Camilo Restrepo, quien consultado por este diario señaló: “Es un manejo politiquero por parte del presidente, del Día del Trabajo. Ya algunas centrales obreras han manifestado su inconformidad”.
Además, en su cuenta de la red social X, Restrepo escribió: “Primero ensayó el balconazo: no le funcionó; después se fue a buscar la calle: no le respondió; ahora anuncia que se colará a la tarima sindical el primero de mayo: ya hay malestar de algunos sindicatos contra esta politización del Día del Trabajo”.
En esa línea, Jorge Iván Diez, vicepresidente de CGT Nacional (línea autónoma e independiente), consideró que la intención de Petro es inaceptable y muy oportunista porque un jefe de Estado no debe hacer esto.
“El 1° de mayo es de los trabajadores y para los trabajadores, y que él esté en la marcha y en la tarima, significa entonces que esta fecha no sea el Día del Trabajo, sino el día del Gobierno Nacional, que además lo utilizará para defender reformas como la laboral, la pensional y la de salud, que son bastante cuestionadas”, comentó el dirigente sindical.
Desde la presidencia del Comité Intergremial de Antioquia, Nicolás Posada, manifestó que la marcha debería ser respetada y no tendría que ser utilizada para fines políticos en pro de un gobierno.
“Petro irrespeta un día tan simbólico en el que se sale a las calles por la reivindicación de los derechos de los trabajadores. A expensas de la voluntad de muchos en este memorable día, se pretende apoderar de forma mediática de la multitud que acudirá a las calles y plazas. El presidente Petro puede convocar a marchas el día que él desee, pero nunca a expensas de la voluntad de los trabajadores”, enfatizó.
Algo normal
En contraste, José Luciano Sanín Vásquez, director de Viva la Ciudadanía, opinó que es pertinente que el presidente participe de la jornada y debería verse como algo normal y saludable para la relación del Estado con las organizaciones sociales.
“En Colombia nos acostumbramos a que los presidentes estén muy lejos, incluso en contraposición con las organizaciones sindicales, y nos parece muy normal que los mandatarios asistan todo el año a decenas de congresos y actos de los gremios económicos”, explicó.
También recordó que en la historia del país, solo en dos ocasiones ha sucedido que un presidente se dirija en la plaza pública a los trabajadores en su día clásico. “En 1936 el presidente Alfonso López Pumarejo acompañó las marchas del 1° de mayo e hizo un discurso en la plaza de Bolívar defendiendo su programa de la revolución en marcha, y el año pasado, Petro hizo un discurso en la plaza de armas defendiendo su agenda de reformas sociales”.
Una percepción similar compartió Carlos Julio Díaz, integrante de la CUT, para quien el sindicalismo de manera mayoritaria respaldó la candidatura de Petro a la presidencia, por las promesas sociales y laborales que actualmente intenta hacer aprobar en el Congreso.
A su turno, Giancarlos Delgado Huertas, director de Voces por el Trabajo, sostuvo que el sindicalismo en el país es plural y tiene en su interior muchas voces, y no todas pueden estar de acuerdo con el pronunciamiento del presidente, pues su participación en la tarima de la marcha del 1° de mayo implica una aceptación de aspectos que, por parte de algunos representantes sindicales han sido cuestionados.
“Esto no nos debería parecer extraño, en Brasil el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva participará del acto central de conmemoración del Día del Trabajo en compañía de las principales centrales sindicales del país”, resaltó Delgado.
El mercado laboral
Para la dirección de la Escuela Nacional Sindical (ENS), en cabeza de Hiller Hernández, el 1° de mayo debe llevar a la reflexión sobre las condiciones laborales actuales.
“Tenemos miles de personas que, bajo la figura de socio, colaborador o asociado, enmascaran una relación laboral en la que los derechos laborales y humanos son subordinados a los objetivos productivos de la economía de capital”, mencionó Hernández.
En ese contexto, la ENS aseguró que esa subordinación impide procesos dinámicos del desarrollo social tales como la movilidad social, la progresión educativa, el acceso a la cultura, la posesión de la tierra y la vivienda, entre otros.
Y sobre los más reciente datos del mercado laboral, divulgados por el Dane que mostraron una tasa de desempleo de 11,7%, la ENS precisó que se debe tener en cuenta, que si bien se observó un leve incremento de ese indicador, este no debe ser considerado un deterioro profundo del mismo, ya que desde antes de pandemia (febrero 2019), la cifra comenzaba a aumentar.
“Lo que si debe evitarse es que la incertidumbre se incremente entre los diversos actores del sector productivo con consecuencias lamentables afectando el mercado laboral y un aumento del desempleo”, concluyó en su análisis de las cifras actuales del mercado la Escuela Nacional Sindical (ENS).
La lucha por los derechos laborales
El 1° de mayo es un día para recordar que las condiciones laborales actuales son fruto de las luchas históricas del movimiento obrero y sindical. Es una fecha en la cual se recuerda a quienes sacrificaron su vida para que hoy día, los trabajadores cuenten con condiciones de trabajo decente.
La ENS, basada en datos de la OIT, recuerda que casi 50 millones de personas están en condiciones de trabajo esclavo en el mundo, 27 millones en trabajo forzoso, incluyendo la explotación sexual, comercial y de estos, 4,9 millones son niños.
Para el caso colombiano, según los datos del Índice Global de Esclavitud, del año 2023, unas 400.000 personas se encuentran en condiciones de trabajo esclavo o forzoso, ubicando a Colombia en el puesto 5 de 25 países evaluados.
Voces por el Trabajo advierte que hay una información importante para dar cuenta de cómo está el mercado laboral y es la informalidad, que recoge en su mayoría a trabajadores sin afiliación a salud, pensión y riesgos laborales en el país.
Para febrero pasado se evidenció que en el país el 56,3% de los trabajadores son informales, lo que en número se traduce en 12,64 millones de personas aproximadamente, un dato que es preocupante, aunque hace un año la cifra fue mayor.
Para los expertos, los datos recientes del Dane muestran que falta mucho por trabajar, aún tenemos a 2,9 millones de personas sin empleo, y quienes logran conseguir empleo se encuentran con pocas oportunidades de una plaza de trabajo formal.