Este 20 de julio el Gobierno de Gustavo Petro presentará ante el Congreso un paquete de medidas de reactivación económica y financiamiento para salir de la crisis que atraviesa el país.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, explicó que estos proyectos están siendo discutidos con todos los actores, especialmente el sector privado. Entre las medidas se destaca una reducción de la tasa nominal del impuesto de renta corporativo.
“La medida es reducir la tasa nominal del impuesto de renta corporativo en un periodo del 35% y el 30%. Podría reducirse aún más, pero tenemos que mirar en términos reales porque lo que realmente le debe interesar al país no es la nominal, sino la real y hay una brecha grande entre la nominal y la real”, afirmó el jefe de la cartera.
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Esta posibilidad surgió a finales del año pasado, mencionada por el presidente Gustavo Petro. Bonilla explicó que antes de la reforma de 2021 existía una senda de reducción y que el objetivo actual es “recuperar esa senda y volver a plantear cómo la hacemos operativa”.
En definitiva, MinHacienda, este 20 de julio, presentará un proyecto de ley de reforma tributaria para ejecutar una serie de estímulos tributarios, como la reducción en el impuesto a la renta a las empresas.
Para entender esta propuesta, en EL COLOMBIANO, dialogamos con Jaime Vargas, socio de impuestos en Cuatrecasas, para entender mejor la reducción de la tarifa de renta para empresas.
Desde su perspectiva, ¿qué debe incluir una nueva reforma tributaria?
“El Gobierno plantea, tal y como lo han hecho gobiernos anteriores, que la tributación de las sociedades en Colombia es muy alta y la de las personas naturales es muy baja. Sería contraevidente intentar sostener lo contrario. Sin embargo, esta situación no se presenta porque las personas naturales se beneficien de tarifas bajas o de exenciones altas; se presenta porque la informalidad y la evasión son altas. Más que una nueva reforma tributaria, lo que se necesita es seguir dotando a la administración de los recursos humanos y tecnológicos que necesite para combatir estos dos fenómenos.
Además de en la formalización, se pueden conseguir recursos en una reforma tributaria territorial. Salvo por algunas ciudades capitales, en las que el fisco se ha modernizado y recauda de manera eficiente, en la mayoría de los municipios hay grandes oportunidades de mejora. Resolver el problema de los municipios permitiría pensar en reducir las transferencias de la Nación a departamentos y municipios, además de ayudar a las entidades territoriales a resolver sus problemas fiscales.
Una nueva reforma debería también modificar el régimen de IVA. La revisión del sistema de exclusiones y exenciones permitiría generar ingresos adicionales importantes, y la creación de un sistema de devolución eficiente de IVA a las personas de menores ingresos permitiría evitar el impacto negativo del impuesto en los sectores sociales que no podrían pagar el impuesto, y gravar con él a quienes sí lo debemos pagar”.
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¿Cómo analiza la propuesta del Gobierno de bajar la tarifa del impuesto de renta para las empresas? ¿Cuáles son los pros y contras de esta medida?
“Recibo la propuesta con gran escepticismo. Es difícil creer que con un déficit superior a $20 billones se puedan implementar medidas que efectivamente reduzcan la carga impositiva de las empresas. El planteamiento seguramente será que la tarifa de impuesto a la renta de sociedades se irá reduciendo en la medida en que la recaudación de otras fuentes aumente. Y este aumento solamente se conseguirá con la creación de nuevos impuestos, el incremento en la tarifa de los ya existentes, o con mejores resultados de recaudación por procesos de fiscalización. Cuando la cobija es corta, o se destapan los pies o se destapa la cabeza. Entonces, hay que agrandar la cobija y esto se consigue reduciendo la evasión.
Los pros de la medida son todos. Colombia tiene en 2023 la tasa de impuesto de renta sobre sociedades más alta entre los 141 países que compara la Ocde. Esto tiene un impacto grandísimo en la competitividad de nuestro país, ya que no podemos ofrecer a los inversionistas los retornos sobre su inversión que otros países pueden ofrecerles. Contras en realidad no hay, lo que hay son obstáculos para que la reducción de tasas pueda hacerse realidad”.
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Si se baja la tarifa para las empresas, ¿cómo se podría compensar el recaudo por otras vías?
“El único sitio en el que hoy por hoy hay espacio para incrementar el recaudo es en la lucha contra la evasión y la informalidad, en el IVA y en los impuestos territoriales, como señalé anteriormente”.
¿Ve viable aumentar la base gravable del impuesto de renta a las personas naturales y eliminar ciertos beneficios tributarios?
“No lo veo viable. Si la recaudación de impuesto de renta de personas físicas es baja, no es porque sean bajas las tarifas del impuesto; una tarifa marginal del 39% para ingresos superiores a 31.000 UVT parece ser suficientemente alta para un país en vías de desarrollo. Tampoco es baja porque los inversionistas en compañías no se estén gravando suficientemente; el gravamen para ellos se incrementó con la reforma de 2022, de manera que los ingresos que reciben, si son personas físicas residentes en Colombia, pueden llegar a gravarse a una tarifa del 39%, con la posibilidad de tomar un descuento de hasta el 19% del impuesto resultante sobre dividendos recibidos en exceso de 1.090 UVT.
En otras palabras, la utilidad que reciben los inversionistas en compañías ya se somete a una tasa de tributación combinada socio – sociedad, que puede ser cercana al 50%. Y en cuanto a beneficios tributarios, la verdad sea dicha, estos ya fueron eliminados por reformas anteriores o reducidos a niveles mínimos”.
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