No es el único caso. Mientras se avanza con el proceso de intervención de la EPS Sanitas, por parte de la Superintendencia Nacional de Salud, se han ido conociendo detalles de quienes estarán en el equipo que adelanta el trámite. Uno de estos es Cruz Verde, que son uno de los cinco acreedores más grandes que tiene la entidad, y estaría dentro de la junta asesora.
Una fuente de alto nivel de Cruz Verde, confirmó que la empresa está esperando ser parte de la junta asesora del interventor, con el fin que se les reconozca la deuda, “lo que permitiría desarrollar un plan de pagos y subsanar la deuda en aproximadamente un mes”.
Desde Cruz Verde aseguraron que, a pesar de adelantarse el proceso de intervención, se continuará prestando los medicamentos y productos farmacéuticos contemplados dentro del Plan Básico de Salud, ya que al liquidarse dejaron de dar este servicio a los planes no PBS.
Ante la coyuntura, y dentro de todas las posibilidades, los procesos voluntarios como el de Compensar EPS, lo ven como uno de los “mejores caminos”. Aunque con esta entidad no tienen acreencias, resaltan que la decisión de comenzar la liquidación por su propia cuenta, “realmente garantizará que se cumpla con el pago de las deudas, algo que podría no pasar con las empresas que fueron intervenidas”.
La industria farmacéutica y demás actores del sector salud temen un “efecto dominó” de liquidaciones o intervenciones. En caso de que ocurra lo primero, evita que el proceso se haga de manera forzosa, como en el caso de Sanitas, y que además le garantiza el servicio de salud a los pacientes, pero, en el caso del segundo, pueden quedar muchas deudas en el aire, pues se pagará hasta donde alcance el patrimonio, como acontece generalmente con las liquidaciones.