El reto del sistema pensional colombiano es garantizar su sostenibilidad financiera a largo plazo, es decir, que los actuales jóvenes cuando lleguen a su edad de retiro puedan obtener su pensión.
“Los jóvenes van a estar protegidos en la reforma pensional con las cuentas generacionales que logramos aprobar”. Con esta afirmación, la senadora Angélica Lozano, de los verdes, puso sobre la discusión el futuro pensional en Colombia.
¿Qué pasará con las cotizaciones de los jóvenes? ¿Es verdad que las nuevas generaciones no se van a pensionar? ¿La plata que cotizan hoy los mayores de 18 años no les alcanzará cuando sean adultos mayores? Estas y más preguntan rondan sobre el debate de la reforma, a la que se le cuestiona que no da respuesta al cambio generacional y el envejecimiento de la población.
Es decir, el envejecimiento poblacional supone un serio reto al sistema pensional colombiano. En palabras de un estudio del Banco de la República, se explicaría de la siguiente manera:
“La tasa de dependencia, definida como el cociente entre las personas en edad de trabajar (desde los 18 años hasta la edad legal de retiro) y la población en edad de pensión (mayor a la edad legal de retiro), caería desde el 4,6 en 2018 hasta 1,7 en 2060”.
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En otras palabras, se espera que de casi 5 personas en edad de trabajar por cada persona en edad de pensión que se tiene hoy se pase a casi 2 en 2060. Banrep estimó que estas proyecciones marcan un fuerte cambio estructural, toda vez que en la década de los ochenta del siglo pasado la tasa de dependencia era mayor a 8 y, yendo más atrás, en los años cincuenta del mismo siglo, mayor a 9.
Por eso, en la reforma pensional se incluyó el artículo 63 con el fin de garantizar la seguridad, rentabilidad y liquidez de los recursos del sistema, que las administradoras del Componente Complementario de Ahorro Individual los invertirán, según el nivel de riesgo.
Para eso, el Gobierno nacional creará el esquema de fondos o cuentas generacionales, y establecerá su régimen de inversiones con el objetivo de procurar a los afiliados una administración de los recursos enfocada en la optimización de la mesada pensional, teniendo en cuenta los riesgos para el retiro de los afiliados, a medida que se acerca la edad de retiro de los beneficiarios de cada fondo generacional.
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Pero dicha reforma advirtió lo siguiente: “El Gobierno Nacional podrá reglamentar la creación de nuevos fondos, modificación de los existentes o eventual fusión de estos, dentro del esquema de fondos generacionales, en caso de considerarlo necesario para fortalecer la etapa de acumulación”.
Para eso, detalló el articulado, la Superintendencia Financiera ejercerá la vigilancia del cumplimiento de la composición del portafolio de cada fondo generacional.
¿Esto qué quiere decir? Con esas cuentas generacionales, el Estado podrá agrupar los cotizantes por edades y así garantizará que una generación no se gaste el ahorro de pensión de otra, ni se use como gasto del gobierno de turno.
“Una de las preocupaciones es que, con el cambio demográfico, ahora las personas tienen menos hijos en Colombia, entonces no habrá el mismo número de cotizantes que de pensionados. Por lo tanto, las cuentas generacionales funcionan de manera exitosa en varios países porque garantiza recursos al agrupar a los cotizantes por cohorte generacional... Entonces, el ahorro o acumulación de cada generación no se podrá utilizar para cubrir la caja cotidiana de los pensionados del momento”, explicó la senadora Lozano.
Esta insistencia del fondo generacional es para afrontar el envejecimiento de la población. Por ejemplo, hay cinco trabajadores por cada pensionado en Colombia, pero apenas dos de ellos cotizan al sistema.
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Asimismo, el Ejecutivo destinó $25 billones, en el último año, para cubrir el hueco de las mesadas en Colpensiones.
¿Qué son las cuentas generacionales?
La firma Integral Soluciones Pensionales ISP precisó que administrar ahorro en cuentas por cohortes intergeneracionales permite mitigar riesgo a largo plazo.
“Si la reforma pensional se aprueba, usted y su generación tendrán reservas para sus pensiones, insuficientes, puede ser, pero capitalización, como está en este momento, no garantiza suficiencia”, aclaró la firma de abogados.
En ese orden de ideas, Deivy Vega, economista y asesor pensional, indicó que estas cuentas generacionales, más que proteger el ahorro, son proteger la sostenibilidad del sistema y la estabilización del déficit a largo plazo.
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“En términos generales, las cuentas generacionales, así como el nombre lo indica, hacen referencia al balance de las cuentas fiscales, es decir, de los ingresos y de los gastos fiscales para las futuras generaciones”, dijo el asesor al dar una definición.
A su vez, agregó que, en Colombia, en el sistema Colpensiones administra el Régimen de Prima Media, que es un régimen de reparto, que funciona bajo la lógica de que los jóvenes o los cotizantes activos de hoy están pagando con sus aportes o cubriendo una parte de las mesas pensiónales de hoy también.
“Por lo tanto, con las cuentas generacionales lo que se quiere reducir es el impacto fiscal de las futuras generaciones tanto en ingresos como en gastos fiscales, porque que a medida que haya más déficit, el gobierno o el Estado tiene que recaudar más, es decir, lo más probable es que suba más impuestos, o que hagan un programa de austeridad para lograr ese balance fiscal”, estimó Vega.
En resumen, los fondos generacionales son un esquema de administración de pensiones que divide a los afiliados en grupos según su edad.
Y sobre la pregunta si este esquema asegura la pensión de los jóvenes, el asesor pensional explicó que la reforma propone que las pensiones de las personas más jóvenes se coloquen en inversiones con mejores niveles de riesgo, lo que podría generar rentabilidades superiores.
Agregó que esto implica que, si una persona joven ingresa a los fondos generacionales desde su primer trabajo, podría obtener mayores rendimientos que le permitirían acumular una mejor pensión cuando se jubile. Además, el recaudo de cada generación se invertirá en ella misma y no en otra cohorte.
Otras preocupaciones
En su comentario económico, el centro de pensamiento Anif plantea que, además del cambio demográfico, hay otros factores que condicionan la insostenibilidad del sistema pensional colombiano.
El primero es el umbral de cotización. Sobre este, Anif argumentó que de ser aprobado en 2,3 salarios mínimos para el Pilar Contributivo incrementa el pasivo total del sistema a 179,3% del PIB. Por eso, este centro de estudios económico sugiere reducir este umbral a 1 salario, lo que podría disminuir significativamente el pasivo.
Sobre el régimen de transición, Anif calculó, según el proyecto de ley, el pasivo del régimen de transición sería del 16% del PIB (en valor presente neto para el 2100. Sin embargo, la reducción del requisito a 900 semanas para hombres y 750 para mujeres aumentaría el pasivo pensional a 28,3% del PIB, lo que representa un incremento de 12,3 puntos porcentuales.
Una tercera presión serían los requisitos para mujeres y grupos étnicos. “La reducción de semanas de cotización para las mujeres y el ajuste en los requisitos para grupos étnicos añaden presiones fiscales al sistema. Estos cambios necesitarán ser debatidos en futuras discusiones legislativas”.
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Por eso, Anif insistió en que por la viabilidad financiera a largo plazo del sistema pensional es necesario hacer ajustes en la reforma para garantizar su sostenibilidad.
