El crecimiento económico colombiano entre enero y marzo de este año se ubicó en 0,7%, y completó cuatro trimestres consecutivos con variaciones anuales cercanas a cero.
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El crecimiento económico a marzo fue 0,7%, pero ¿qué celebró el MinHacienda, Ricardo Bonilla?
El crecimiento económico colombiano entre enero y marzo de este año se ubicó en 0,7%, y completó cuatro trimestres consecutivos con variaciones anuales cercanas a cero.
Y cuando se revisa el nivel del Producto Interno Bruto (PIB) ajustado por estacionalidad y calendario, su valor prácticamente es el mismo desde mediados de 2022. Para Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, esto significa que la economía lleva casi 18 meses sin crecer, si bien mostró un ligero impulso al inicio de este año, pues con dicho ajuste el PIB creció 1,1%.
Aquí vale anotar que el hecho de que este 2024 fuera bisiesto y que la Semana Santa se celebrara en marzo causan un impacto favorable en la medición, que es lo que celebró y destacó el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, luego de que el Dane divulgara los resultados del PIB del primer trimestre del año.
En ese contexto, el funcionario resaltó que las cuentas de sectores claves de la economía, como la industria, mostraron un desempeño positivo de 0,7%, y la construcción 1,1%. La inversión por su parte, dijo Bonilla, creció 2,5% impulsada, esencialmente, por maquinaria y construcción de vivienda.
Con esa dinámica, el ministro de Hacienda prevé que al cierre de año la variación del PIB que se calcula estará entre 1,4% y 1,5% pueda subir a 2%.
Lo que inquieta
Así, mientras Bonilla mira las estadísticas con el cristal del ajuste estacional y de calendario, para asegurar que el país está en la senda positiva de crecimiento y alejó el fantasma de la recesión, hay otras visiones menos optimistas.
Una de ellas es la del presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, quien calificó como decepcionantes las cifras de la dinámica económica del primer trimestre del año, y alertó sobre el comportamiento de la inversión, que en la serie original evidenció una caída del 13,4%.
Contrario al positivismo del jefe de la cartera de Hacienda, el dirigente gremial expresó que “es muy grave la caída en las compras empresariales de maquinaria y equipo, lo que demuestra expectativas negativas de parte de los empresarios sobre el futuro y que podría generar presiones adicionales en la oferta de bienes, o sea mayores presiones inflacionarias”.
Una percepción similar compartió el analista de BBVA, quien manifestó que “la inversión sigue siendo el componente del PIB que más preocupa, no solo por sus efectos negativos en el corto plazo, arrastrando a la baja el PIB del país, sino también, porque condiciona la capacidad de crecimiento a largo plazo”.
A juicio de Hernández, sin inversión es difícil pensar en que el crecimiento potencial del país se puede expandir en los próximos años.
Desde el tanque de pensamiento Anif, se anotó que la dinámica económica sigue débil, debido al bajo desempeño de los principales sectores productivos y generadores de empleo como la industria, la construcción y el comercio, conforme a la menor demanda por parte de los hogares y los bajos niveles de inversión.
José Ignacio López, presidente de Anif, precisó que si bien la economía colombiana creció 0,7% en el primer trimestre del año, al restar la dinámica del sector asociado a la administración pública la cifra es de -0,1%.
“Ya son tres trimestres con cifras anuales negativas para el sector privado. La cifra del 0,7% no fue sorpresiva, pero refleja el contexto de bajo crecimiento y la necesidad de impulsar medidas de reactivación”, apuntó López.
Por sectores económicos, el PIB fue liderado al alza por gobierno, agricultura y servicios públicos. Al contrario, la industria, el comercio, el transporte, el alojamiento y restaurantes y el sector financiero contribuyeron negativamente. Por lo tanto, como en los datos de 2023, la economía sigue siendo sostenida, en buena parte, en el gasto de los gobiernos.
El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, también expresó su inquietud por el comportamiento de la inversión y, en particular, en la caída de 6,5% en la formación bruta de capital fijo, indicando que la formación bruta de capital incluye tanto inversión como inventarios. Al cierre de marzo, los inventarios de la economía fueron particularmente bajos, aspecto relacionado con el limitado dinamismo de las construcciones de vivienda.
Desde el BBVA se explicó que, durante el primer trimestre, es habitual que la economía acumule inventarios, preparándose para la segunda mitad del año, cuando el gasto suele ser mayor.
Es así como desde 2005 hasta 2023, la economía acumuló en promedio un 2,9% del PIB en inventarios, que a precios de hoy equivale a cerca de $50 billones. Pero, en el primer trimestre de este 2024, la economía desacumuló inventarios, lo que también explica el bajo crecimiento económico del trimestre.
En las cuentas del Dane, la construcción que en el primer trimestre de 2023 cayó 3,1%, en el mismo periodo de este 2024 tuvo una variación positiva de 0,7%. Pero Camacol precisó que el PIB del subsector de edificaciones y el de la producción residencial tuvieron variaciones de -2,5% y -5,3%, respectivamente. Según el presidente del gremio, Guillermo Herrera, “cuando se analiza la inversión en vivienda en el primer trimestre del 2024 se observa una caída de -6,8%. Como porcentaje del PIB (3,78%), este nivel de inversión en vivienda es el más bajo desde el 2005 para un primer trimestre, descontando la pandemia”.