Al despacho de la superintendente de Industria y Comercio, María del Socorro Pimienta, llegó un radicado con fecha del 15 de mayo de 2023 por parte del abogado y exfiscal general, Néstor Humberto Martínez, en el cual le urge a imponer medidas cautelares que tendrían efecto directo en el gasoducto entre Jobo (en Córdoba) y Medellín, contratado por EPM.
Este importante proyecto valorado entre US$450 millones y US$500 millones, que entraría en operación en diciembre del 2024 y transportaría 100 millones de pies cúbicos diarios de gas natural está a cargo de la canadiense Canacol Energy, firma que según el documento enviado a la SIC “no puede” llevar a cabo este tipo de actividades, las cuales son del resorte de transportadoras de gas.
De acuerdo con el documento remitido por el abogado Martínez, en representación de Transmetano (filial de Promigas), Canacol estaría vulnerando la libre competencia; de hecho, se dice que para la filial la licitación se adecuó de forma tal que pudiese quedar en manos de la firma canadiense.
Así las cosas, la insistencia para que la SIC tome cartas en el asunto se da tras una demanda interpuesta en diciembre pasado en el mismo sentido, la cual ha tenido algunas repercusiones como las inspecciones adelantadas por la entidad de vigilancia a las instalaciones de EPM (con el que se suscribió el contrato) y Canacol en abril pasado.
En su momento, EPM aseguró que ese proceso tuvo como propósito “recaudar información relacionada con el mercado del gas natural en Colombia, la actividad económica del agente inspeccionado y todas aquellas actividades por medio de las cuales desarrolla su objeto social en este mercado”.
Por su lado, Canacol dijo haber atendido “de manera diligente” la inspección, que según trascendió se dio para hallar todo tipo de detalles relacionados con el contrato que ambas compañías firmaron en agosto del 2021 para darle vida al gasoducto.
En cualquier caso este importante proyecto sigue levantando ampolla, a la espera de que Canacol reciba la licencia ambiental para adelantarlo. Por ahora se sabe que el consorcio Shanghai Engineering and Technology Corp. (Setco) fue el escogido por la firma para construir la línea de 289 kilómetros de longitud.
Lejos de ser un simple proyecto para abastecer a Medellín y zonas aledañas, su puesta en marcha será estratégica para buena parte de los consumidores de gas en el territorio nacional.
En una columna publicada en Al Poniente, el economista Luis Guillermo Vélez recordó que Jobo - Medellín le permitiría a Canacol “conectarse con el gasoducto Medellín - Sebastopol de Transmetano y de ahí con todo el mercado del centro y el occidente del país” y de esa forma alcanzaría una participación de mercado del 30% a 2025.