El presidente argentino se echó flores y dijo que la cultura “woke” es un virus. Criticó al feminismo y a la comunidad LGBTIQ+.
El presidente de Argentina, Javier Milei, brindó su discurso este jueves en el Foro de Davos, que se celebra en Suiza. El mandatario no dudó en darse un baño de flores sobre el manejo fiscal que ha hecho en su país.
Se trata del Foro Económico Mundial de Davos. Un evento anual que reúne a líderes mundiales de diversos sectores, incluyendo política, economía, negocios, ciencia y tecnología, para discutir y colaborar en soluciones a los desafíos globales más apremiantes.
El mandatario sostuvo que recibió una Argentina con grandes problemas económicos porque había estado “infectada” de socialismo por muchos años. Y recordó que hace un año, en ese mismo espacio, prometió que iba a cambiar las cosas y enfocar al país hacia la libertad y a un modelo que defendiera la vida y la propiedad privada.
“Un año después, debo voy a decir que ya no me siento tan solo, no me siento tan solo porque el mundo ha abrazado a la Argentina. Se ha convertido en ejemplo mundial de responsabilidad fiscal, de compromiso con nuestras obligaciones, de cómo terminar con el problema de la inflación y también de una nueva forma de hacer política, que consiste en decirle la verdad a la gente en la cara y confiar en que la gente entenderá”, sostuvo el presidente.
Además, el mandatario argentino mencionó a varios líderes mundiales con los que se siente identificado. Dijo que cuando inicio su presidencia se sentía solo, pero ya no es así porque a lo largo de este año encontró compañeros que se identifican con las ideas de la libertad.
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Y agregó: “Encontré desde el maravilloso Elon Musk hasta la feroz dama italiana, mi querida amiga, Giorgia Meloni; desde Bukele en El Salvador hasta Víctor Orbán en Hungría; desde Benjamín Netanyahu en Israel, hasta Donald Trump en Estados Unidos. Lentamente se ha ido formando una alianza internacional de todas aquellas naciones que queremos ser libres y que creemos en las ideas de la libertad”.
El libertario volvió a criticar a los gobiernos de occidente y no lo dudó para asegurar que la ideología woke es un virus y un cáncer en el mundo.
El discurso de Milei se centró en decir que la cultura woke es el camino equivocado, pero el legitimado por varias instituciones. Y agregó que es como una epidemia de la época que debe ser curada, “un cáncer que se debe extirpar”.
Para contexto, algunas instituciones definen a la cultura woke como un estado de conciencia y sensibilidad hacia las injusticias sociales y políticas. El término proviene del inglés y significa “despierto” o “alerta”. Se utilizaba en las comunidades afroamericanas para describir una postura de alerta ante el racismo y las desigualdades.
No obstante, con el tiempo, su significado se ha ampliado para incluir una variedad de cuestiones sociales y políticas, promoviendo la igualdad y la justicia social a través del activismo y la educación. La cultura woke abarca temas como la raza, el género, la orientación sexual y otros aspectos de la identidad social.
Milei agregó: “Esta ideología ha colonizado las instituciones más importantes del mundo, desde los partidos y Estados de los países libres de Occidente, hasta las organizaciones de gobernanza global, pasando por instituciones no gubernamentales, universidades y medios de comunicación, como también ha marcado el curso de la conversación global durante las últimas décadas”
Y sostuvo que si no se saca esa ideología, la especie humana no logrará retornar a una senda de progreso.
Agregó que todo comenzó cuando una nueva clase política, respaldada por ideologías colectivistas, aprovechó las crisis para acumular poder. Según él esa clase promovió la redistribución de la riqueza generada por el capitalismo a través de un sistema de planificación centralizada, “dando inicio a un proceso cuyas consecuencias aún sufrimos”.
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Explicó que aunque impulsaron una agenda socialista, actuaron dentro del marco liberal, distorsionando sus valores. Reemplazaron la libertad por la “liberación”, utilizando el poder del Estado para redistribuir la riqueza, justificándose con la idea de “justicia social”, apoyada en teorías marxistas.“Esta ideología planteaba que la igualdad ante la ley no era suficiente, pues existían injusticias profundas que debían corregirse, lo que beneficiaba a burócratas con ambiciones de poder absoluto”.
El mandatario también se refirió en su crítica exclusivamente a la comunidad LGBTIQ y al feminismo. Sobre el movimiento de mujeres dijo que se buscan legalizar la idea de que la vida de una mujer vale más que la de un hombre, argumentando la brecha salarial de género, pero, en concepto de Milei, no hay desigualdad, sino que los hombres tienden a profesiones mejor pagas.
“El feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad y aun en su versión más benévola es redundante, ya que la igualdad ante la ley ya existe en Occidente. Todo lo demás es búsqueda de privilegios, que es lo que el feminismo radical realmente pretende, poniendo a una mitad de la población en contra de la otra cuando deberían estar del mismo lado”, manifestó.
Finalizó explicando que su propuesta es hacer de Occidente grande otra vez e insistió en que Argentina es libre gracias a su mandato.
