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Así es vivir sin gas: zozobra en 7 departamentos por daño en Cerro Bravo

Consumidores reportaron cobros de hasta $400.000 por pipetas de gas de 100 libras. El valor de las estufas eléctricas se disparó y algunas personas hasta recurren al fogón de leña.

  • Se han reportado filas de gente tratando de comprar pipetas de gas propano. FOTO CORTESÍA.
    Se han reportado filas de gente tratando de comprar pipetas de gas propano. FOTO CORTESÍA.
24 de mayo de 2023
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Casi nadie recordaba como era cocinar en las parrillas eléctricas, esas que hoy parecen un objeto de museo mas que un utensilio para las casas modernas. Sin embargo, en el Suroccidente de Colombia tocó desempolvarlas por pura necesidad.

“Hacer unas papas fritas demora una eternidad. Uno le da vuelta a la perilla y el fogón se va poniendo naranjado muy despacio, me da desespero”, dice doña Otilia Henao, una de las afectadas por el corte del gas en siete departamentos de la región andina (ver gráfico).

Parece que, al principio, la gente en la zona afectada pensaba que todo era un rumor y no había motivo para alarmarse. Quizás les jugó en contra la confianza que el sistema se ha ganado con años de suministro ininterrumpido.

Lo cierto es que hace dos días la gente se volcó a las calles buscando estufas eléctricas o freidoras de aire para enfrentar la contingencia que les cayó intempestivamente.

Precios exagerados

Jenni Maturana hizo parte de quienes trataron de anticiparse a la crisis en Cali y salió el pasado fin de semana a comprar una estufa eléctrica de dos resistencias, pero en medio de la agitación, las cosas no salieron como esperaba.

“Salí particularmente a un almacén, pero ya no tenían lo que buscaba. Luego, me dirigí al centro, a las cristalerías, y cuando pregunté por las estufas, estaban a $50.000. Al momento de llegar a la caja ya estaban en $59.000. Entonces se queda uno aterrado porque subieron en cuestión de minutos”, comentó la compradora.

La demanda se desbordó y los locales estaban llenos de gente haciendo fila. Ella averiguó precios en otros dos locales pero en cada sitio aumentaban más el valor, como si con cada segundo creciera el pánico y los comercios se aprovecharan esa situación.

“En el recorrido —añadió Maturana— por una estufa con dos parrillas me llegaron a pedir hasta $100.000. Pero hablando con mi sobrino, me decía que ya van en $120.000”.

Ella sabe que utilizar las parrillas eléctricas sube la factura de la energía. Por ello, mencionó que le hablaron de las estufas por inducción, que utilizan vitrocerámica, funcionan con imanes estimulados eléctricamente y jalan menos que las tradicionales.

En la capital del Valle también hubo filas de taxis buscando abastecerse de gas en las estaciones y se sabe que 75 vehículos tipo Jeep que prestan servicio de transporte en las laderas quedaron varados.

Camilo Osorio, docente universitario, narró que también salieron varios residentes de Cali a buscar gas en pipeta.

La misma escena la reportaron en Pereira y en Manizales, en donde los consumidores denunciaron cobros excesivos, pues les estaban pidiendo hasta $400.000 por un cilindro de 100 libras.

Frente a esa situación, Alejandro Martínez, presidente de la Asociación Colombiana del GLP, manifestó que “los precios están estables y no tienen por qué subir”. Además, indicó que el abastecimiento del gas propano ha demorado por temas de logística, aunque aseveró que “si la demanda va a ser muy alta, en la medida en que se vaya dando, vamos a ir respondiendo”.

Agua fría, ¡no!

Entretanto, el ingenio casero aflora en medio de la necesidad: como no hay calentador de gas, a Diego Peláez le toca calentar agua en la olla arrocera para que su hijo pequeño no se meta al chorro frío a las 5:30 de la mañana, hora en que se alista para la escuela.

“Esto nos cogió con los calzones abajo. De un momento para otro quitaron el gas. Gracias a Dios, donde nosotros vivimos en Armenia, más o menos en el centro-occidente, no se fue el servicio desde el primer día (20 de mayo) y logramos dejar algunas cosas adelantadas. Ya nos toca pensar qué comida hacer porque no se puede hacer de todo. Y eso que nosotros tenemos horno tostador, microondas y freidora de aire”, narró.

Pero el baile no es igual para todos, Diego ha sido testigo de las dificultades que pasan otros vecinos. Por ejemplo, hay quienes han armado fogones de leña para poder preparar los alimentos.

Así mismo, de un momento a otro, desaparecieron del escenario popular de Armenia las vendedoras de arepas caseras, dado que sus tradicionales parrillas necesitan gas. También mermó la cantidad de taxis disponibles.

¿Cuándo vuelve?

Irene Vélez, ministra de Minas y Energía, explicó nuevamente que el suministro de gas se interrumpió por un aumento anormal de temperatura en la zona de Cerro Bravo (Tolima), por donde pasa el gasoducto que lleva el fluido a los 56 municipios afectados.

“En este momento estamos estableciendo otras hipótesis respecto a esto que ya se sabe que es un incendio subterráneo. Es decir, si pudiera ser causado por materia orgánica que está acumulada o si pudiera ser por algún derrame químico, eso está en investigación”, declaró la funcionaria.

Reiteró que el gas natural está disponible y la infraestructura inhabilitada por precaución le pertenece a la compañía TGI, que reportó el aumento de temperatura desde el pasado 11 de mayo.

Vélez comunicó que desde la suspensión temporal el 20 de mayo, la empresa comunicó que tardaría nueve días en construir una tubería flexible para restablecer el suministro: “Ya llevamos tres días desde ese anuncio y estaríamos esperando que, en el peor de los casos, en siete días tengamos restablecido el transporte de gas”.

Casi nadie recordaba como era cocinar en las parrillas eléctricas, esas que hoy parecen un objeto de museo mas que un utensilio para las casas modernas. Sin embargo, en el Suroccidente de Colombia tocó desempolvarlas por pura necesidad.

“Hacer unas papas fritas demora una eternidad. Uno le da vuelta a la perilla y el fogón se va poniendo naranjado muy despacio, me da desespero”, dice doña Otilia Henao, una de las afectadas por el corte del gas en siete departamentos de la región andina (ver gráfico).

Parece que, al principio, la gente en la zona afectada pensaba que todo era un rumor y no había motivo para alarmarse. Quizás les jugó en contra la confianza que el sistema se ha ganado con años de suministro ininterrumpido.

Lo cierto es que hace dos días la gente se volcó a las calles buscando estufas eléctricas o freidoras de aire para enfrentar la contingencia que les cayó intempestivamente.

Precios exagerados

Jenni Maturana hizo parte de quienes trataron de anticiparse a la crisis en Cali y salió el pasado fin de semana a comprar una estufa eléctrica de dos resistencias, pero en medio de la agitación, las cosas no salieron como esperaba.

“Salí particularmente a un almacén, pero ya no tenían lo que buscaba. Luego, me dirigí al centro, a las cristalerías, y cuando pregunté por las estufas, estaban a $50.000. Al momento de llegar a la caja ya estaban en $59.000. Entonces se queda uno aterrado porque subieron en cuestión de minutos”, comentó la compradora.

La demanda se desbordó y los locales estaban llenos de gente haciendo fila. Ella averiguó precios en otros dos locales pero en cada sitio aumentaban más el valor, como si con cada segundo creciera el pánico y los comercios se aprovecharan esa situación.

“En el recorrido —añadió Maturana— por una estufa con dos parrillas me llegaron a pedir hasta $100.000. Pero hablando con mi sobrino, me decía que ya van en $120.000”.

Ella sabe que utilizar las parrillas eléctricas sube la factura de la energía. Por ello, mencionó que le hablaron de las estufas por inducción, que utilizan vitrocerámica, funcionan con imanes estimulados eléctricamente y jalan menos que las tradicionales.

En la capital del Valle también hubo filas de taxis buscando abastecerse de gas en las estaciones y se sabe que 75 vehículos tipo Jeep que prestan servicio de transporte en las laderas quedaron varados.

Camilo Osorio, docente universitario, narró que también salieron varios residentes de Cali a buscar gas en pipeta.

La misma escena la reportaron en Pereira y en Manizales, en donde los consumidores denunciaron cobros excesivos, pues les estaban pidiendo hasta $400.000 por un cilindro de 100 libras.

Frente a esa situación, Alejandro Martínez, presidente de la Asociación Colombiana del GLP, manifestó que “los precios están estables y no tienen por qué subir”. Además, indicó que el abastecimiento del gas propano ha demorado por temas de logística, aunque aseveró que “si la demanda va a ser muy alta, en la medida en que se vaya dando, vamos a ir respondiendo”.

Agua fría, ¡no!

Entretanto, el ingenio casero aflora en medio de la necesidad: como no hay calentador de gas, a Diego Peláez le toca calentar agua en la olla arrocera para que su hijo pequeño no se meta al chorro frío a las 5:30 de la mañana, hora en que se alista para la escuela.

“Esto nos cogió con los calzones abajo. De un momento para otro quitaron el gas. Gracias a Dios, donde nosotros vivimos en Armenia, más o menos en el centro-occidente, no se fue el servicio desde el primer día (20 de mayo) y logramos dejar algunas cosas adelantadas. Ya nos toca pensar qué comida hacer porque no se puede hacer de todo. Y eso que nosotros tenemos horno tostador, microondas y freidora de aire”, narró.

Pero el baile no es igual para todos, Diego ha sido testigo de las dificultades que pasan otros vecinos. Por ejemplo, hay quienes han armado fogones de leña para poder preparar los alimentos.

Así mismo, de un momento a otro, desaparecieron del escenario popular de Armenia las vendedoras de arepas caseras, dado que sus tradicionales parrillas necesitan gas. También mermó la cantidad de taxis disponibles.

¿Cuándo vuelve?

Irene Vélez, ministra de Minas y Energía, explicó nuevamente que el suministro de gas se interrumpió por un aumento anormal de temperatura en la zona de Cerro Bravo (Tolima), por donde pasa el gasoducto que lleva el fluido a los 56 municipios afectados.

“En este momento estamos estableciendo otras hipótesis respecto a esto que ya se sabe que es un incendio subterráneo. Es decir, si pudiera ser causado por materia orgánica que está acumulada o si pudiera ser por algún derrame químico, eso está en investigación”, declaró la funcionaria.

Reiteró que el gas natural está disponible y la infraestructura inhabilitada por precaución le pertenece a la compañía TGI, que reportó el aumento de temperatura desde el pasado 11 de mayo.

Vélez comunicó que desde la suspensión temporal el 20 de mayo, la empresa comunicó que tardaría nueve días en construir una tubería flexible para restablecer el suministro: “Ya llevamos tres días desde ese anuncio y estaríamos esperando que, en el peor de los casos, en siete días tengamos restablecido el transporte de gas”.

Trabajos en la tubería alterna

La presidenta de TGI, Mónica Contreras, explicó que se construirá una tubería alterna para recuperar el transporte hacia las zonas afectadas. En línea con ello, detalló que “la construcción de esta opción alterna consiste en realizar una conexión que permite el flujo del energético antes del punto crítico (Cerro Bravo, Tolima) llevándolo a otro posterior. Tenemos proyectado hacer esto en nueve días (a partir del pasado 20 de mayo), sin embargo, es importante tener una condición segura para los trabajadores y para la población para poder llegar en dicho tiempo”.

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