El gobierno del presidente Gustavo Petro, a través de los ministerios de Hacienda, Agricultura y Comercio; el Grupo Bicentenario; y la Banca de las Oportunidades, trazaron la estrategia con la que buscan combatir el ‘gota a gota’ con la promoción de un millón de operaciones de crédito para colombianos que no tienen acceso a financiación formal en el territorio nacional.
Se trata de un programa de inclusión crediticia de la economía popular (EP) “CREO, un crédito para conocernos”, con la que el Ejecutivo tiene como meta cubrir las necesidades de financiamiento de las unidades productivas de baja escala, tradicionalmente desatendidas, a lo largo del país y en todos los sectores de la economía, y a reemplazar las onerosas fuentes informales que prevalecen.
“CREO, un crédito para conocernos, diseñado con el acompañamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se erige como la estrategia más inclusiva jamás ejecutada en Colombia y que apunta a cerrar desigualdades históricas y generar financiación accesible y flexible, como una palanca clave para potenciar la generación de capacidades, el bienestar financiero y la transformación de las condiciones de vida de la economía popular”, precisó el ministro de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Ocampo.
Según la encuesta de Micronegocios (Emicron) del Dane, al cierre del 2022, de los 5,3 millones de micronegocios en el país, apenas el 30% cuenta con financiación formal. Además, uno de cada cuatro micronegocios que solicitó un crédito lo hizo a través del “gota a gota”. Este número ha venido creciendo desde la pandemia.
Para atender esta necesidad, el gobierno creo el “Crédito popular productivo rural” y el “Crédito popular productivo urbano”, los cuales ofrecerán recursos de bajo y mediano monto. Además, la tasa de interés de acuerdo con las directrices que viene estudiando el Ministerio de Hacienda será fijada por la Superintendencia Financiera.
“La economía popular debe tener líneas de crédito más barato para combatir el ‘gota a gota’ a pesar de la subida de las tasas de interés del Banco de la República. Avanzar en esta dirección implica impulsar mecanismos de transferencias tecnológicas, alfabetización digital y asociatividad, como una forma de empoderamiento”, viene señalando al respecto el presidente Gustavo Petro.
Por su parte, Paola Arias, directora de Banca de las Oportunidades, resaltó que “los negocios ambulantes, tenderos, recicladores y productores agropecuarios de bajos ingresos necesitan acceder a financiación y desarrollar capacidades financieras para hacer crecer sus negocios o proyectos productivos. Muchos de ellos están a merced del ‘gota a gota’. Por esta razón, buscamos ofrecer diferentes alternativas que se conviertan en la puerta de entrada al sistema financiero”.
La línea del “Crédito popular productivo rural” es el constituido por las operaciones activas de crédito realizadas con personas naturales o jurídicas para el desarrollo de cualquier actividad económica en zonas rurales y rurales dispersas cuyo monto no exceda los $6.960.000 o equivalente a seis salarios mínimos legales mensuales vigentes al momento de la aprobación de la respectiva operación activa de crédito.
Así mismo, el “Crédito popular productivo urbano”, que se aplicará para impulsar el desarrollo de actividades económicas para pequeños negocios en los cascos urbanos que desarrollen personas naturales o jurídicas, también será hasta un máximo de seis salarios mínimos vigentes ($6.960.000).
Además, como extensión a estas dos líneas de préstamo, están el “Crédito productivo rural” y el “Crédito productivo rural” que aplicará entre los seis salarios mínimos y hasta 25 salarios mensuales.
La piedra angular para llevar a cabo esta inclusión crediticia de la economía popular (EP) “Creo, un crédito para conocernos” es la banca pública, que hace parte del Grupo Bicentenario. Así, Bancóldex, Finagro-FAG y FNG, de manera articulada y coordinada, activarán un paquete de servicios financieros y no financieros para apalancar estas lineas de créditos productivos populares través de la red de proveedores de servicios financieros.
El Banco Agrario de Colombia liderará la colocación de financiación para la Economía Popular. Por su parte, el sector financiero cooperativo, dada su vocación y cercanía a la población, será un aliado clave de esta estrategia, es por eso que desde el Gobierno se viene trabajando, junto con el sector, en un programa de fortalecimiento.
“El Grupo Bicentenario tiene dentro de sus objetivos apoyar al Gobierno nacional a identificar y corregir fallas de mercado, tales como la falta de cobertura de servicios financieros en las regiones más apartadas o la ausencia de información que restringe el acceso el crédito para los sectores más vulnerables. Esta estrategia, a través de las empresas participantes, propenderá por acercar a las personas de la EP a cumplir sus sueños, contribuyendo con el desarrollo del país”, precisó Adriana Mazuera, representante legal del Grupo Bicentenario.
A lo largo de este primer año se llevará a cabo la implementación progresiva de incentivos en 100.000 operaciones crediticias. La estrategia reconoce la importancia del sector agropecuario para el aparato productivo y en la vida de las comunidades rurales. Por ello, se han asignado incentivos específicos para 34.000 operaciones adicionales en este sector.