x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Fenómeno del Niño: ¿cómo busca el agro adelantarse a los impactos?

Los cultivos más afectados serían hortalizas, legumbres, cereales y frutas. Los sectores se preparan para mitigar los efectos en la producción de alimentos.

  • Uno de los asuntos que más preocupa es que el fenómeno del Niño no solo traerá altas temperaturas, incendios forestales y sequías, sino que afectaría fuertemente la producción de alimentos. FOTO juan a. sánchez
    Uno de los asuntos que más preocupa es que el fenómeno del Niño no solo traerá altas temperaturas, incendios forestales y sequías, sino que afectaría fuertemente la producción de alimentos. FOTO juan a. sánchez
19 de abril de 2023
bookmark

La probabilidad de que en el segundo semestre de este año Colombia vuelva a padecer un fenómeno del Niño tiene en alerta a los diferentes sectores productivos, pues la experiencia de 2015 —cuando en 54 municipios se registraron temperaturas superiores a los 40°C a la sombra— revivió el fantasma de un apagón y recordó que en ese momento la producción agropecuaria fue tan baja que la canasta básica de los hogares se encareció en un nivel que no se veía desde 2009.

Por esta razón, y luego de tres años de intensas lluvias, se volvió a abrir el interrogante sobre cómo se está preparando el país ante una eventual sequía, ya que, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (Noaa), este evento climático se convertiría en categoría dominante a partir de junio y agosto.

“Los agricultores se deben preparar ante una disminución de lluvias, pues esto conlleva a una mayor presencia de plagas y enfermedades, provocando problemas fitosanitarios y zoosanitarios que afectan su rentabilidad y productividad”, señaló Andrés Valencia Pinzón, exministro de Agricultura.

Las medidas preventivas

De acuerdo con la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol), las pasadas experiencias dejaron como advertencia que los cultivos más afectados en épocas de sequía son las hortalizas, legumbres, cereales, frutas y tubérculos, al ser, en su mayoría, cultivos de ciclo corto.

Por ejemplo, en el caso del banano, el cultivo es altamente susceptible al estrés hídrico, sea por exceso o por déficit, por lo que la Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) prevé que una posible sequía retardaría el crecimiento de las plantas, y el desarrollo de raíces y hojas.

“Además, los fertilizantes se volatilizan y no pueden ser asimilados por la planta, lo que se traduce en una menor producción del cultivo”, afirmó Sebastián Zapata, director del Centro de Investigaciones del Banano.

Por tal razón, Zapata señaló que desde el gremio están trabajando en optimizar la fertilización en las semanas donde se presenten lluvias, así como en fertilización foliar para mejorar la absorción en la planta y manejo de coberturas vegetales para la conservación de humedad.

“Esto permitirá tener plantas en un excelente estado nutricional y evitar el estrés que se pueda presentar en las semanas de menor precipitación”, agregó.

Otros de los cultivos que se verían gravemente afectados son los de cereales y leguminosas. Por esto, desde la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) ya están haciendo llamados preventivos a los productores para que adelanten fechas de siembra dependiendo del cultivo, seleccionen semillas más resistentes a la sequía, tengan disponibilidad de productos químicos o biológicos, y cuenten con un seguro agrícola.

Ganaderos lanzan alerta

Ayer la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) envió una carta a la Ministra de Agricultura, Cecilia López, en la que expresan su preocupación ante la posible llegada de una época de sequía, pues afirman que tanto el Niño como la Niña han ocasionado, desde 2010, la muerte de más de 452.000 bovinos y el desplazamiento de 6,5 millones de ellos.

Así, tratando de anticipar los graves efectos sobre la producción agropecuaria, el gremio le solicitó a la ministra diseñar previamente planes de mitigación y prevención “para que los ganaderos adopten las acciones de manejo del recurso hídrico, almacenamiento de forrajes y demás actividades de control de riesgo”.

Por su parte, el llamado desde la Asociación de Productores de Leche (Analac) es a trabajar en infraestructura rural, riego y drenaje, y manejo y mitigación de riesgos.

“Cuando llegan esos fenómenos hay que tener presupuesto y mecanismos de reacción rápida para atender la zonas más afectadas. Avanzar en la parte estructural del campo debería ser una decisión de política pública de largo aliento”, afirmó Felipe Pinilla, presidente de Analac.

Y recomendó a los lecheros tener una producción adicional de comida para los animales, “aunque sabemos que será difícil para los pequeños productores, pues no tienen la misma capacidad para almacenar comida extra o agua”, agregó el dirigente gremial.

El fantasma de un apagón

El panorama energético de Colombia durante 2015 y 2016 fue preocupante por la alta dependencia de la canasta energética en la producción hidroeléctrica, pues los principales ríos que abastecían los embalses presentaron bajos caudales.

Según David Contreras, de la Cámara Técnica de Incendio y Terremoto de Fasecolda, en ese momento la tarifa para los hogares se incrementó entre $400 y $4.000 y se establecieron sobrecostos para los que consumieran más energía de lo normal, bajo la campaña “Apagar paga”.

Así, ante una nueva amenaza de sequía, Contreras afirmó que se deben considerar algunas lecciones aprendidas. “La energía producida por hidroeléctricas es más barata en comparación con otras opciones, y más en un país como Colombia, pero la pasada sequía nos enseñó que es necesario diversificar la canasta energética y utilizar energías alternativas”, dijo Contreras.

Sin embargo, una de las preocupaciones actuales es que si bien se espera que entre 2023 y 2024 entren en operación 80 proyectos de energías renovables en el país —que le inyectarían a la red 3.330 megavatios—, el 65% de estos presentan retrasos.

Por esto, el llamado desde la Asociación de Energías Renovables Colombia (SER) para atender los desafíos en la oferta energética, evitar riesgos de apagones y salir “bien librados” de un fenómeno del Niño es a que se redoblen esfuerzos y haya una estabilidad en las reglas para la puesta en marcha los proyectos.

El empleo que buscas
está a un clic
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD