En el 2023 se proyecta una caída de 2,5% en la producción promedio diaria de crudo este 2023, situación que se derivaría por el aumento de los conflictos de orden público en las regiones donde se realiza la actividad extractiva.
Así lo advierte la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol) al subrayar que, en el año en curso, el aumento de las coyunturas sociales en los territorios productores y la fuerte incertidumbre política influyeron en la producción preliminar de petróleo de 759,900 millones de barriles día de petróleo por día reportada en febrero, los que refleja una disminución de 136.000 barriles de petróleo por día.
“En paralelo con la transición energética, la economía colombiana requiere mantener activos sus sectores más relevantes, los que aportan al crecimiento del PIB, de las exportaciones, empleos, impuestos, regalías, encadenamientos productivos en el territorio e inversión extranjera directa; somos positivos en la gestión que adelanta el Gobierno Nacional para viabilizar las operaciones en el territorio y en esa línea, seguir creciendo juntos: Gobierno, industria y territorio”, indicó Nelson Castañeda presidente ejecutivo de Campetrol.
El líder gremial recalcó que “para aumentar la producción petrolera en el corto plazo y contrarrestar la declinación natural promedio de los yacimientos colombianos del 15%, es importante seguir trabajando en proyectos de recobro mejorado, incrementar la perforación de pozos e impulsar la actividad exploratoria”.
La proyección de Campetrol va en la misma línea que trazó la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), gremio que en su Informe de Tendencias de Inversión E&P presenta también los resultados de la encuesta de clima de inversión, que respondieron 14 compañías del régimen privado, la cual analiza las principales fortalezas y debilidades para invertir en el país.
Una de las principales conclusiones del estudio está relacionada con la debilidad para invertir en exploración y producción (E&P) para el 2023 que se deriva de los cambios tributarios que le restan competitividad al país, incertidumbres relacionadas con la política pública y gas (incluido el anuncio de no suscribir nuevos contratos de E&P) y, finalmente, los riesgos crecientes en materia de conflictividad social y seguridad.
Es de resaltar que, para la mayoría de las empresas, ningún aspecto fue valorado como una mejora; al contrario, el 100% de los encuestados manifestó que las condiciones fiscales desmejoraron y que el 79% de las empresas consideró que la seguridad regulatoria e institucional y la estabilidad política desmejoraron de manera significativa en el 2022.
“Las señales de política pública serán determinantes para mejorar el clima de inversión en el sector. Por eso, reiteramos la disposición de la industria de hidrocarburos en trabajar conjuntamente con el Gobierno nacional, los departamentos y los municipios, y continuar contribuyendo al dinamismo de las economías locales, a la generación de empleo, y al desarrollo social y ambiental de Colombia y sus regiones”, señaló Francisco José Lloreda, presidente ejecutivo de la ACP.
El informe revela además que, la mayor carga fiscal aprobada en la reforma tributaria generó un recorte en el presupuesto de inversión 2023 del orden de US$370 millones: US$170 millones corresponden a una caída en la inversión exploratoria y, US$200 millones menos en inversión en producción.
“Algunas empresas se han visto en la necesidad de reducir su presupuesto de inversión en exploración y producción para cumplir con la reforma tributaria; lo cual es infortunado, pues estamos hablando de recursos muy importantes que el país necesita”, afirmó el Presidente de ACP.